Transporte escolar, vehículos de mercancías, uso del cinturón de seguridad y peatones. Tras las cuatro campañas puestas en marcha en el primer trimestre del año en Galicia, la DGT ya tiene diseñado el operativo para un nuevo dispositivo de vigilancia: los excesos de velocidad. La Agrupación de la Guardia Civil de Tráfico controlará la próxima semana a unos 125.000 vehículos en las carreteras de la comunidad, lo que supone una media de casi 18.000 inspecciones cada día. El refuerzo del control de velocidad se produce dos meses después de la entrada en vigor la rebaja del límite de 100 kilómetros por hora a 90km/h en las carreteras convencionales, las que presentan el mayor índice de peligrosidad ya que concentran más del 90% de los accidentes mortales ocurridos en la red viarias gallega „casi 15 puntos por encima de la tasa nacional„. Con esta modificación, que en Galicia afecta a más de 2.000 kilómetros de vías secundarias, Tráfico se propone reducir la siniestralidad mortal un 10%.

Durante la campaña de vigilancia de hace un año, las patrullas de la Guardia Civil interceptaron a más de 4.100 conductores por encima de la velocidad permitida en la red viaria gallega. Este balance se traduce en una media de casi 590 expedientes sancionadores abiertos cada día por la Agrupación de la Guardia Civil de Tráfico. La cifra se duplica si se añaden las infracciones interceptadas por los radares fijos. Hasta un total de 1.160 conductores son sancionados cada día en la comunidad por exceso de velocidad, un balance que la convierte en la tercera comunidad „solo superada por Andalucía y Castilla y León„ con más denuncias por no respetar los límites al volante.

Las estadísticas reflejan la incidencia de pisar más de la cuenta el acelerador en las cifras de accidentalidad: la mitad de los conductores circulan a velocidad inadecuada (no se adaptan a las condiciones de la carretera si hay obras o están en mal estado o al tiempo, si llueve, graniza o hay niebla), uno de cada cinco supera en 10 km/h el límite y el 10% sobrepasa el tope en más de 20 kilómetros por hora. ¿Las consecuencias? La velocidad está detrás del 21% de los accidentes mortales.

Aunque tras la entrada en vigor del carné por puntos se había logrado contener las infracciones por pisar más de lo debido el acelerador, en los últimos años se ha producido un repunte de la velocidad media a la que se circula en carretera. En la campaña de control de hace un año, los agentes detectaron un aumento de los infractores, en concreto un 5,3% que el ejercicio anterior.

Según diversos estudios de los que se hace eco Tráfico, una disminución del 1% de la velocidad media en una carretera, produce una reducción del 4% en las colisiones mortales. Y reducir 10 kilómetros por hora el límite de velocidad implica una rebaja de 2,5km/h en la velocidad media. En consecuencia, rebajar 10 kilómetros hora el límite de velocidad implicaría una disminución de la mortalidad en torno al 10%.

¿Razones por las que deben cumplirse los límites de velocidad? Un aumento del 5% en la velocidad provoca un incremento del 10% en los accidentes que causan traumatismos y del 20% en los siniestros con fallecidos. A partir de 80 km/h es casi imposible que un peatón salve la vida en un atropello. A 120 km/h se necesita una distancia superior a un campo de fútbol para detener el vehículo.