La flota pesquera de las provincias de A Coruña y Pontevedra permaneció amarrada de forma generalizada en la mañana de ayer debido a la alerta naranja que afectó a la costa gallega. En la provincia de Lugo las embarcaciones sí salieron a faenar, ya que este fenómeno meteorológico no llegaría hasta la tarde al litoral lucense.

Fuentes de la cofradía de Portosín, en Porto do Son (A Coruña) explicaron que ayer no se pudo salir a trabajar al mar por el "fuerte viento" en un "mal" día. El patrón mayor de Portonovo (Pontevedra), Juan José Besada, señaló que no ha podido salir a faenar "nadie del cerco ni de artes menores, ni siquiera dentro de la ría", por lo que los pescadores estuvieron en tierra realizando labores de mantenimiento. Besada apuntó que el "repentino" viento impidió navegar y trabajar con seguridad.

En cambio, la cofradía de Burela (Lugo) informó que sí pudo faenar con normalidad en la mañana de ayer.