En 2018 la superficie que ardió en Galicia disminuyó un 95% con respecto al año anterior. El porcentaje es tan elevado ya que en 2017 se produjo la ola de incendios que asoló la comunidad a mediados de octubre de aquel año y que solo en una semana se llevó por delante 49.171 hectáreas. El ejercicio acabó con 61.901 arrasadas.

El territorio teñido de negro disminuyó el año pasado en Galicia, pero no así los detenidos e investigados por fuegos forestales. A nivel nacional se produjeron 312 detenciones e investigaciones, de las que un tercio (104) fueron en la Galicia, lo que la convierten en la comunidad con la cifra más alta. De las 290 investigaciones que hubo en toda España, 104 (35%) se iniciaron en alguna de las cuatro provincias gallegas. Mientras que de las 31 detenciones, 10 (32%) ocurrieron en la comunidad gallega, según los datos de la memoria de la Fiscalía de Medio Ambiente que publicó ayer. Tras Galicia, y a bastante distancia, las comunidades con más detenidos e investigados fueron Andalucía, con 69, y a continuación Castilla y León (26), Extremadura (23) y Comunidad Valenciana (22).

El balance de los últimos años en Galicia revela el elevado número de causas abiertas por delitos de incendios forestales pero el escaso volumen de las que fueron juzgadas y, en consecuencia, sentenciadas. Entre 2013 y 2017, se investigaron 2.105 focos en la comunidad, pero solo 173 se llevaron a juicio, según los datos facilitados por la Fiscalía Superior. Es decir, solo el 8,2% de los procesos incoados por quemar el monte sentaron en el banquillo al incendiario sospechoso. O lo que es lo mismo, los presuntos autores que se esconden detrás de nueve de cada diez fuegos investigados en Galicia quedan impunes, bien porque se desconoce el origen de las llamas, por la falta de pruebas incriminatorias o por la ausencia de testigos que identifiquen a los sospechosos. La investigación de la Fiscalía sobre la ola de incendios que devoró en 2017 casi 50.000 hectáreas concluyó que no había ni tramas organizadas ni grupos criminales.

El Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente también ha hecho público el avance de los incendios que hubo el pasado año. Si en 2017 Galicia fue la comunidad en la que mayor superficie forestal ardió con 61.901 hectáreas, en 2018 ocupó la sexta posición con 2.618. Lideraron la clasificación Cantabria (3.909 hectáreas), Comunidad Valenciana (3.720), Extremadura (3.571), Andalucía (3.266) y Castilla y León (2.628).

Galicia también dejó de ser en 2018 la comunidad en la que más incendios de más de una hectárea se produjeron, aunque no en la que hubo más siniestros totales. En Galicia se originaron el año pasado 1.436 fuegos, entre conatos (menos de una hectárea) e incendios de más de una hectárea. En 2017 fueron 29.278, veinte veces más que en el ejercicio pasado.

Los 1.436 fuegos de 2018 es la segunda cifra más baja de los últimos 25 años. La menor se produjo en 2011 con 1.232.

Si solo se tienen en cuenta los incendios de más de una hectárea -en Galicia hubo 247- la comunidad ocupó la quinta posición tras Cantabria (380), Extremadura (287), Asturias (281) y Castilla y León (260).

La superficie total que ardió el año pasado fueron 2.618 hectáreas, de las que 733 (el 28%) fue arbolada. Esta última cifra también es la segunda más baja de los últimos 25 años. Las más baja fue las 505 hectáreas de 2014.