Tras tres décadas de mayoría absoluta en la Diputación de Ourense con Baltar padre e hijo, el PP se queda sin mayoría absoluta. El recuento definitivo en la Junta Electoral de zona, celebrado ayer, confirma que la distancia es de 852 votos. La conservación de la única diputación del PP en Galicia y de la histórica baronía ourensana queda en manos de Ciudadanos, que tendrá un único escaño en la institución provincial entre un total de 25 (12 para el PP, seis el PSOE, dos Democracia Ourensana y otro el BNG). Mientras el responsable gallego, Laureano Bermejo, no descarta la posibilidad de que Baltar siga al frente del ente provincial, no veta nombres y dice que escuchará a todos, la exdiputada popular Montse Lama, edil electa de Ciudadanos en Xinzo tras dimitir a finales del pasado mandato del grupo de gobierno de Baltar, dijo ayer que Ourense "necesita mejores políticos y políticas". Ella quiere ser la representante de C's en la Diputación. En el entorno del presidente del PP y de la Diputación deslizan, sobre las previsibles negociaciones, que"Baltar no está quieto ni parado". Fuentes del partido naranja recuerdan que la decisión final sobre el posible apoyo al PP, con o sin Baltar, la adoptará la dirección en Madrid, como ya sucedió por ejemplo con la configuración de las listas.

Ciudadanos será clave para resolver si, en su primer retroceso electoral desde que rigen la Diputación desde finales de los ochenta, Baltar puede resistir al frente de una institución que maneja este año un presupuesto de 82,7 millones y es clave como máquina de inversiones en el rural. El partido naranja siempre ha abogado por la regeneración, pero no apostar por el PP supondría tener que apoyar una investidura alternativa junto al diputado del BNG, además de con los seis del PSOE y los dos de Democracia Ourensan, y el partido de Albert Rivera no se sienta con los nacionalistas que "quieren romper la unidad de España". Precisamente ayer, el Bloque instaba a Ciudadanos a dejar caer a Baltar:"Que demuestren no ser la marca blanca del Partido Popular y la muleta de apoyo. Una provincia que ocupa los últimos puestos de las listas de desarrollo no puede ser dirigida otros cuatro años más por el PP".

Un comité negociador, capitaneado por Laureano Bermejo, estudiará los posibles pactos pero Madrid tiene la última palabra. La expopular Montse Lama, con ganas de volver a la Diputación ahora en las filas naranjas, señala que "Ourense también tiene voz propia en las negociaciones" y pide tiempo. La política que rompió con Baltar el pasado febrero admite que Ciudadanos es la "clave" y afirma que "Ourense necesita avanzar, necesita cambiar y necesita mejores políticos y, sobre todo, mejores políticas". Lama abunda en la idea de que salió del Pazo con la cabeza "muy alta" y que le gustaría volver a entrar "con la cabeza muy alta".

Por otra parte, el secretario xeral del PSdeG, Gonzalo Caballero, apeló ayer directamente al presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, para advertirle de que su discurso "quedará finiquitado en su credibilidad de renovación y regeneración de la vida política" si decide pactar con la "derecha caciquil" de José Manuel Baltar para que éste pueda retener la presidencia de la Diputación ourensana.

"Cada uno se va a retratar", avisó Gonzalo Caballero, quien solicitó que cada fuerza política esté "a la altura de las circunstancias". En su opinión, "el mensaje que enviaron los ciudadanos de forma mayoritaria en las urnas" el pasado domingo es que quieren "un nuevo ciclo político". "Si otros quieren fallar y ser bastón de la derecha más caciquil y menos avanzada se retratarán a sí mismos y tendrán que responder en Ourense y en España", proclamó el dirigente socialista en una visita a la urbe ourensana.