Galicia es de las comunidades más golpeadas por los suicidios. Entre 2007 y 2017, ambos incluidos, se perdieron por esta causa más de 3.600 vidas. No obstante, la memoria del Instituto de Medicina Legal (Imelga) difundida ayer permite constatar cómo la cifra de las muertes autoinfligidas durante el pasado año cae al nivel más bajo de la década, hasta los 288 casos. Así, los decesos por esta causa son un 17% inferiores a lo que ocurría hace cinco años y un 11% con respecto a 2017 „incluso superior (un 15,3%) en Pontevedra„. Solo la provincia de Lugo se desmarca de la tendencia al descenso, con una subida del 7% de casos. Desde la entidad destacan que es la primera vez en siete años que ese número negro no llega a los 300 casos, aunque advierten de que, aun así, "son cifras muy altas y sigue siendo un problema sanitario y social de primer orden". De hecho, si se la compara con los fallecidos en las carreteras gallegas, los suicidios duplican las muertes.

Por otro lado, también el número de homicidios „nueve en total en 2018, seis de ellos en A Coruña„ sigue en descenso, señalan desde el Imelga. Sería el número más bajo al menos desde 2012.