Nuevo choque del Gobierno central y la Xunta. Las relaciones entre los dos Ejecutivos ya eran tensas a cuenta de la deuda del primero de más de 700 millones, y las visitas de dos ministros esta semana sin avisar a la Xunta y sin contar con ella, lo que suele ser lo habitual, ha encrespado los ánimos. Primero fue la ministra de Industria, Reyes Maroto. El lunes viajó a Santiago y A Coruña para entrevistarse con los trabajadores de Alcoa y los alcaldes de las dos ciudades, además de con el líder del PSdeG.

Y ayer fue el turno del ministro de Ciencia, Pedro Duque. Se desplazó a Vigo para conocer el buque oceanográfico Sarmiento de Gamboa, antes de su partida para una nueva campaña de investigación. También se hizo la foto con el secretario xeral del PSdeG, Gonzalo Caballero, pero no hubo contacto alguno con miembros de la Xunta.

El presidente del Ejecutivo autonómico, Alberto Núñez Feijóo, valoró como "un enorme desprecio" a su Ejecutivo que Maroto y Duque no informasen de sus visitas. "Nos enteramos por la prensa", lamentó. Su enfado es mayor porque el titular de Ciencia visitó un buque, que está "cofinanciado" por su Gobierno.

Para Feijóo, el Gobierno de Pedro Sánchez ya está en campaña, en alusión a unas eventuales elecciones en noviembre, si no hay acuerdo para para la segunda investidura, y Maroto y Duque no visitan Galicia como ministros, sino como "candidatos".

El malestar con el Ejecutivo de Pedro Sánchez ya arrancó con la visita a Galicia de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, la semana pasada. "No se reúne conmigo para abordar la deuda de 700 millones pero al día siguiente sí se entrevista con el presidente de Asturias, que es socialista", le reprochó ayer Feijóo.

El vicepresidente de la Xunta y el conselleiro de Economía también salieron a escena para denostar la actuación del Gobierno. Alfonso Rueda habló de "falta de respeto institucional" no reunirse "con los legítimos representantes de los gallegos, pero sí con los dirigentes del PSdeG". Para Francisco Conde, hay "una estrategia premeditada para aislar a la Xunta en la participación y colaboración institucional". Duque eludió la polémica con la Xunta, pero negó que el Gobierno de Sánchez busque ir a elecciones, como da por hecho Feijóo. El titular de Ciencia aboga porque al final "impere la sensatez y la sensatez es que el ciclo democrático tiene que continuar". "Ha habido unas elecciones, ha ganado alguien, y de alguna manera tenemos que llegar a acuerdos suficientes para formar gobierno", defendió.

Quien sí contestó a las críticas de la Xunta fue el secretario xeral del PSdeG. Gonzalo Caballero, tras reunirse con el ministro, atribuyó a "los nervios de la Xunta" su enfado. "Están preocupados porque han perdido tres elecciones", observó. "Que se acostumbre a que Galicia y la Xunta no son de propiedad del PP y tiene que respetar los espacios de autonomía de las distintas instituciones y fuerzas políticas", afirmó Caballero. Además volvió a pedirle que inste al PP a "posibilitar la investidura de Sánchez".