Renfe vivirá hoy y el próximo domingo el tercer y cuarto paro tras los del 31 de julio y el 14 de agosto. La huelga está convocada por el sindicato CGT, que demanda que se aumente hasta un 108% la reposición de personal, la paralización de las privatizaciones y la mejora de la conciliación de la vida familiar y laboral. Para defender sus peticiones, la central sindical denuncia cinco actuaciones por parte de la compañía ferroviaria.

Sin conductores. En 2018 más de 100 trenes en Galicia fueron sustituidos por autobuses por no tener maquinistas para conducirlos.

Sin interventores. Más de 5.200 trenes de Media Distancia de Galicia circularon en 2018 sin interventores a bordo que atendiesen e informases a los viajeros. En el primer semestre de 2019 circularon cerca de 2.500 trenes de Media Distancia con solo el maquinista a bordo.

Sin venta de billetes. En las taquillas de las estaciones cada vez son menos las ventanillas abiertas. CGT denuncia que Renfe "recorta" los horarios de venta anticipada en estaciones como las de A Coruña, Compostela, Vilagarcía, Pontevedra o Vigo-Guixar.

Sin mantenimiento: El sindicato alerta de que "cada vez más trabajos de mantenimiento de los trenes son desviados a empresas privadas por no contar Renfe con personal suficiente para hacer el trabajo". Esta falta de mantenimiento, asegura, se nota en el incremento de las incidencias de los equipos climatización, averías de locomotoras y reducción de prestaciones de confort y tracción, que provocan retrasos y supresión de trenes. En el mes de agosto, los trenes Galicia-Barcelona y Galicia-Euskadi han sufrido retrasos y transbordos por incidencias en sus locomotoras "por deficiente mantenimiento".

Sin promoción. El sindicato denuncia que "el personal de oficinas de la compañía ve cómo cada vez aumenta la jefatura puesta a dedo y mengua el personal administrativo sin posibilidades de promoción".