José María Gómez y Díaz- Castroverde ocupa desde hace apenas 15 días la Presidencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG). Con cuarenta años de experiencia en la judicatura, se ha encontrado ante una mesa de presidente "muy despejada"gracias a la labor de sus predecesores. Llega con ganas de enfrentar retos y conoce la plaza, después de diez años como presidente de la Sala de lo Contencioso. Enumera las líneas maestras con las que piensa llenar el cuaderno de bitácora de esta nueva etapa. La primera: "La disminución de la pendencia en la instrucción, resolución y ejecución de asuntos". La segunda: "Mejorar la percepción de la Justicia y que se parezca más a la imagen real". La tercera: "Mantener una relación cercana con los jueces y juezas del territorio".

¿Es la lentitud la gran lacra de la Justicia?

Hablar de gran lacra es un poco exagerado, pero sí creo que la lentitud es una gran preocupación de la Justicia.

¿Cuáles son los parámetros en los que nos movemos?

En general, la tasa de litigiosidad en Galicia está por debajo de la media estatal. En los juzgados de lo Social está por encima de esa media, pero tiene una explicación y es que todos ellos tienen una entrada infinitamente superior a la que les corresponde. Por ejemplo, en los juzgados de lo Social de Vigo tienen una tasa de entrada del 165%, los de Compostela del 151%, los de Lugo del 148% y los de A Coruña del 142%. Solamente estas cifras hacen ver que la pendencia en esos juzgados es el directo resultado del exceso de asuntos que entran. No obstante, hay determinados asuntos urgentes, sobre todo los despidos, que tienen un turno de señalamiento específico y no se retrasan.

Llama la atención que siendo Galicia una comunidad con litigiosidad por debajo de la media existan juzgados con tanta demora.

Aun estando por debajo de esa media estatal son cifras contundentes que obligan a considerar las circunstancias que explican la pendencia. Habría que hacer un estudio sociológico de la materia, pero seguramente tiene bastante que ver con la dispersión poblacional y la fragmentación de la propiedad. Son dos factores que están bastante relacionados con la litigiosidad.

En una entrevista en LA OPINIÓN su predecesor reconoció que en los juzgados gallegos había un problema estructural que empeoró con la huelga de funcionarios de 2018.

Una situación estructural de la Justicia en Galicia se corresponde, salvo contadísimas excepciones, con la situación estructural del Estado, con carencias extensibles a todo el Estado. El servicio de estadística del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) calculó en marzo de este año que el impacto de la huelga generaba un aumento de la pendencia del 13,2%. Tengo que decir que la huelga es un acontecimiento de la historia de la Justicia. Se han tomado una serie de medidas de refuerzo en A Coruña, Vigo y Santiago y, a partir de ahí, tenemos que empezar a trabajar y seguir nuestra vida judicial olvidando ese episodio.

¿Tenemos suficientes jueces y tribunales en Galicia?

Tenemos reforzados los juzgados donde se ha identificado que hay necesidades mayores, generalmente los juzgados de lo Social. El número de jueces tiene que ver con dos aspectos: la demarcación y la planta judicial. Galicia tiene 45 partidos judiciales. El día de mi toma de posesión advertía de que esta organización basada en el partido judicial hoy está superada. Habrá que ser generosos. Poblaciones que tienen juzgados tendrán que entender que tienen que prescindir de ellos en función de una mayor eficiencia.

La reacción de los alcaldes puede ser tremenda.

Creo recordar que cuando se habló de este problema y de dejar en Galicia solo 13 partidos judiciales, la Sala de Gobierno recibió más de 200 escritos de concellos de Galicia, expresando su preocupación. Esta cuestión no es responsabilidad ni del presidente de esta casa ni de la Sala de Gobierno del TSXG, es una cuestión que se resolverá por ley a nivel estatal. Me pongo en la piel del alcalde y pienso que a él le preocupará que un juzgado o todos los de su localidad desaparezcan, pero cuando dije que había que ser generosos, hay que ver esto con altura de miras, con la visión más larga, y tener en cuenta que la decisión que se adopte en ese particular, mejorará la Justicia.

Uno de los mantras que le hemos escuchado desde su toma de posesión tiene que ver con devolver la confianza en los jueces, ¿cuándo la perdieron?

El proceso de pérdida de confianza, de pérdida de imagen en relación con la independencia judicial es muy lento, viene de muchos años atrás y concierne a todo el Estado español. Si nos fijamos en las actuaciones recientes, la imagen de la Justicia mejora entre quienes han tenido que ver con asuntos judiciales y empeora entre los que no han tenido que ver nunca con un asunto judicial.

¿Cómo cambiar esa percepción de los ajenos a la Justicia?

Si no conoces algo es más fácil opinar, con menos conocimiento. Cumplo mis 39 años de juez ahora en diciembre, yo no he tenido jamás una indicación de cómo resolver el asunto. No me ha llamado nunca un delegado del gobierno, un presidente de la Xunta, un conselleiro, jamás en la vida. Y mi caso no es excepcional, es el habitual. Habría que buscar el caso concreto en que alguien haya llamado para intentar interferir en la resolución judicial.

¿Qué opina de casos de actualidad como la confirmación de la suspensión a la juez De Lara o la salida de prisión de Urdangarin?

En el tema de la magistrada Pilar de Lara me remito directamente a lo que resolvió el CGPJ. Esa resolución administrativa todavía es susceptible de recurso jurisdiccional con las medidas cautelares que pueda proceder y, por lo tanto, si yo digo que hay que confiar en la Justicia, pues con mayor razón en los casos en los cuales es susceptible de que actúe. Sobre el caso de la salida de Urdangarin, sería temerario por mi parte opinar, pero en todo caso hay un juez de vigilancia penitenciaria que es el que controlará esa medida y resolverá lo correcto.

¿Qué pasa con esa plaza de Lugo tras la salida de Pilar de Lara? Tendrá una pendencia grande después de todo...

Tiene un juez en comisión de servicio trabajando allí. Una cosa es que haya causas que el CGPJ ha entendido que se dilataron otra es que el resto del funcionamiento del juzgado tenga retrasos, que a mí no me constan.