Pasada la tormenta del 10-N, el PSdeG pone el foco en la batalla que le toca librar en menos de un año: las elecciones autonómicas. Pese a que en solo seis meses los socialistas pasaron de ser el partido más votado en Galicia a ocupar el segundo puesto, en la cita con las urnas del próximo año aspiran a ser "la primera" fuerza. Así lo aseguró el líder del PSdeG y candidato a la Xunta, Gonzalo Caballero, durante la reunión del comité nacional en el que se analizaron los resultados de las generales y el escenario que ahora se abre en la carrera a San Caetano.

"Con los deberes hechos". Así asegura Caballero que acuden los socialistas a las elecciones autonómica, aunque arengó a los suyos a "complementar" ese esfuerzo y a erigirse en la "única alternativa que puede retirar al PP de la Xunta". Para el líder del PSdeG, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, "no da soluciones a los problemas" de la ciudadanía y "se dedica a utilizar las instituciones públicas" para su "confrontación" con el Gobierno central.

Los socialistas ven extrapolable los resultados del 10-N a Galicia. En la cita electoral de hace una semana, el PP se hizo con 10 de los 23 diputados de las circunscripciones gallegas, mientras que los restantes se dividen entre el PSOE (10), Unidas Podemos (2) y BNG (1). Estas cifras, según advirtió Caballero, evidencian que existe "una mayoría social progresista" a la que deben "convencer" de cara a las autonómicas y "sin ningún tipo de triunfalismo". "Feijóo dice que somos soberbios. Él, que lleva 11 años al frente de la Xunta y 25 subido al coche oficial. Él, que está subido al poder de la mano de la derecha más rancia, de los sectores más conservadores", cuestionó el secretario xeral del PSdeG, al tiempo que apeló a activar "toda la fuerza de las ideas" para "salir a ganar las elecciones" gallegas. Después de que Feijóo sugiriese que su partido estaría abierto a hablar con los socialista si rompe su pacto "letal" con Unidas Podemos, Caballero tachó de "cínico" y "mentiroso compulsivo" al presidente gallego, al que acusó de poner "palos en las ruedas cuando hay que solucionar problemas".