El tiempo medio que tarda una administración dependiente de la Xunta en responder a un ciudadano es de cuatro meses. Así lo desveló ayer la directora xeral de Avaliación e Reforma Administrativa, Natalia Prieto, en sede parlamentaria, donde destacó que la normativa establece un plazo medio de nueve meses y que Galicia ha conseguido reducir un 26,55% los tiempos de respuesta.
En su intervención, Prieto destacó que la Xunta trabaja en los últimos años para "configurar una administración más próxima, accesible, transparente, ágil y eficiente" a través de la apuesta por la vía electrónica como forma de "reducir las cargas burocráticas" para los ciudadanos.
En cuanto a las advertencias señaladas por el Valedor do Pobo en su informe por las trabas denunciadas por los gallegos en sus relaciones con la administración, el Gobierno gallego ha indicado que la Oficina de Defensa de las Personas Usuarias de los Servicios Públicos "lleva ya tramitadas más de 3.000 quejas y sugestiones" que permiten detectar las "áreas susceptibles" de mejora.
El 94,5% de los procedimientos administrativos dependientes de la Xunta pueden realizarse por vía electrónica, a través de la cual también se ha reducido el número de documentos que los ciudadanos tienen que presentar físicamente, ya que los funcionarios cuentan con una plataforma en la que pueden consultar el DNI, el título de familia numerosa o el certificado de discapacidad.
Por otra parte, el Grupo Socialista en la Cámara gallega reclamó al Gobierno autonómico mayor compromiso con la inclusión de la perspectiva de género en la planificación urbanística de los espacios urbanos de cara a "repensarlos" desde la actual concepción orientada a "a la productividad" hacia unos lugares pensados para "el bienestar y la seguridad" de los residentes. Así lo indicó la diputada del PSdeG María Pierres durante una pregunta a la directora xeral de Territorio e Urbanismo, Encarnación Rivas, a la que cuestionó sobre el plazo previsto para la redacción de una guía para la inclusión de esta perspectiva. La responsable de la Xunta indicó que esta cuestión "exige reflexión" para lograr que los espacios urbanos sean concebidos "de forma integral" y aumentar la seguridad, especialmente para los colectivos "más desprotegidos". "Creemos en el urbanismo que desde la base contribuye a crear una sociedad mejor a través de la organización de las dimensiones espacio-temporales de la ciudad para que sean más humanas y no haya brechas ni se consoliden estereotipos de género", concluyó.
