Con la vista puesta en las autonómicas de 2020, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, despidió el año engrasando ya la maquinaria electoral. Desde un aula de la escuela de secundaria de Ourense en la que él estudió, presumió de gobernar una Galicia estable frente a situaciones de incertidumbre en España, Europa y el mundo. A menos de un año de la batalla electoral que deberá librar el PP gallego frente a las fuerzas de izquierda, Feijóo advirtió de que "Galicia no permanecerá callada cuando la estabilidad se entrega como moneda de cambio". En su discurso de Fin de Año de casi diez minutos de duración, el jefe del Ejecutivo gallego, que gobierna desde hace 11 años „única comunidad donde el PP tiene mayoría absoluta„, ensalzó que sus años en San Caetano encarnan la "estabilidad" y la "moderación" frente a una España "sometida a sobresaltos", al "atraso interminable de decisiones urgentes" y a la "política cautiva de posiciones extremas".

Desde las filas socialistas, sus homólogos en Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, y en Aragón, Javier Lambán, también se refirieron al futuro Gobierno de España en sus discursos con llamadas a la unidad como "un imperativo democrático" y un "compromiso moral".

Con la incógnita sobre si finalmente concurrirá a las autonómicas del próximo año, Feijóo cargó contra la "parálisis política" y contra las negociaciones del PSOE con ERC para desbloquear la investidura. En un mensaje grabado antes de que el presidente en funciones, Pedro Sánchez, y el líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, presentasen el programa de su acuerdo de Gobierno, el presidente de la Xunta insistió en responsabilizar a los socialistas de la falta de acuerdo con el PP para desatascar la situación política. "Se priman acuerdos con fuerzas y líderes juzgados y condenados, que tienen el propósito confesado y ratificado de socavar la España de las autonomías", advirtió Feijóo, al tiempo que cuestionó que se "descartan entendimientos basados en la moderación".

Según advirtió Feijóo, "la política que propicia la inestabilidad deja de ser un motor de la sociedad para convertirse en un obstáculo", a la vez que "la política cautiva de posiciones extremas, altera la armónica convivencia de las personas".

Tras hacer referencia a una serie de medidas adoptadas por su gabinete en asuntos sociales y de bienestar económico, reiteró su petición de recursos al Gobierno central y que „cuestionó„ están "inexplicablemente retenidos".

En su discurso también sacó pecho del último informe Pisa, que sitúa a Galicia a la cabeza de las comunidades en ciencia y en los primeros puestos en matemáticas. "Es un mérito de los escolares, profesores, familias y la sociedad en la que vivimos", destacó.

Citando en su alocución a Eduardo Blanco Amor, que da nombre al instituto en el que Feijóo estudió y a la generación Nós de gallegos ilustres, el presidente de la Xunta elogió su "pensamiento integrador" frente a „dijo„ "tendencias que pretenden fraccionar las sociedades".

Por otra parte, Feijóo también manifestó su "inquietud" con la "indefinición" de la fecha de finalización de las obras del AVE. También cargó contra una "errática política que parece destinada a condenar" parte del sector industrial gallego pese a "su capacidad tecnológica y su adaptación al mercado".