El vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, reclamó ayer por la tarde al Gobierno central el abono "de forma urgente" de la liquidación del IVA pendiente del último mes de 2017, un asunto al que se refirió como una "estafa política y económica" del Estado. Rueda compareció en el Parlamento para presentar las principales demandas del Ejecutivo gallego a Madrid y recordó que el presidente, Alberto Núñez Feijóo, remitió personalmente una carta a cada uno de los ministros del nuevo gabinete con las demandas principales.

Pero antes de entrar en detalle, el vicepresidente autonómico quiso contestar a la ministra de Hacienda, destacando que la deuda del IVA tiene una "importancia principalísima" y que no puede dejar de ser reclamada "bajo ningún concepto" hasta que se transfiera.

"La tomadura de pelo, la estafa política y la estafa económica que propone el Gobierno central nosotros no las podemos tolerar", sostuvo, después de criticar las excusas del Ejecutivo y de censurar que PSOE, los partidos del espacio de la confluencia y BNG avalen esta postura, según su versión.

Para Rueda, Galicia siempre ha sido "leal al Estado" y "cumplidora como la que más", por lo que solo cabe esperar del Gobierno "reciprocidad" en el trato y atención a las reivindicaciones efectuadas. De este modo, anunció que la Xunta requerirá la reunión de la Comisión Mixta de Transferencias para plantearle el traspaso de todas las competencias pendientes, señalando el traspaso de la AP-9 como la "gran prioridad" a corto plazo, así abaratar los peajes.

No obstante, indicó que "hay más obras en Galicia" que deben ser atendidas y puso el foco sobre la llegada del AVE, sin una fecha concreta después de las "promesas incumplidas" del Gobierno.

La oposición le afeó en bloque el victimismo con que la Xunta se presenta ahora ante un Gobierno central que solo lleva un par de semanas funcionando y que no responde a otra cosa que a la estrategia de ocultar su ineficiencia y fracaso a costa de intensificar los conflictos institucionales.