Bares, restaurantes, cafeterías, tiendas de ropa, mercerías, ferreterías... La actividad económica se ha parado en seco con el estallido de la crisis del coronavirus. Y aunque todavía no se ha concretado cuándo volverán a poder levantar la persiana, por el camino ya que han quedado en Galicia 1.134 negocios durante el mes de marzo, lo que supone el cierre de una media de 36 cada día y que sitúa la cifra de autónomos en la comunidad en mínimos históricos.

Con este panorama de cese de actividad y lo que asemeja una misión casi imposible plantearse montar un negocio en los próximos meses, los precios de arrendamiento de los locales comerciales ya han experimentado una caída. En A Coruña y Vigo, la crisis del Covid-19 ya ha impuesto bajadas en los locales comerciales del 10%, según datos de la patronal inmobiliaria gallega.

"En el circuito de comercialización de bajos y locales comerciales en las cuatro provincias también habrá una corrección de precios, tanto en alquiler como en alquiler", vaticina el presidente de Fegein. En consecuencia, habrá un crecimiento del stock de establecimientos en arrendamiento, ya que en el segundo semestre de este año „da por hecho Iglesias„, serán numerosas las actividades económicas que se verán abocadas al cierre.

Al menos el 20% de las empresas en la comunidad gallega sobre todo el pequeño comercio y el sector servicios y sector del turismo, augura la patronal inmobiliaria, tendrán que abandonar de manera definitiva la actividad por los efectos de los ERTE.