Si hace una semana el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, era tajante al asegurar que la campaña electoral de las próximas elecciones autonómicas, sería más corta, ahora matiza que por ley la duración debe ser de 15 días. Eso sí, deja en manos de cada partido reducir la actividad electoral tanto "en plazos como en intensidad".

De hecho, aseguró que pedirá al PP gallego que rebaje tanto la intensidad de la campaña como el aforo de los mítines.

La oposición cree que la convocatoria de elecciones en julio resta su capacidad de proyección electoral y desde partidos como En Marea han criticado además que se quiera recortar la campaña.

Feijóo, sin embargo, aseguró la semana pasada que estaba "cien por cien" de acuerdo con el planteamiento del PNV de acortar la campaña a la mitad. Y, preguntado sobre si buscará un acuerdo político, para reducir a la mitad este periodo preelectoral, se limitó a decir que dependerá de cada partido.

Sin embargo, desde País Vasco el lehendakari, Iñigo Urkullu, fue un paso más allá al recordar que ya existe un precedente en las últimas elecciones generales que solo tuvieron una semana de campaña. Urkullu abrió así la puerta a "un acuerdo de los partidos políticos".

En Galicia, el presidente de la Xunta, que opta a un cuarto mandato, explicó además que la celebración de la campaña electoral estará condicionada por las restricciones que imponga el Gobierno en la desescalada. Así, puso como ejemplo que en la última etapa se permiten reuniones al aire libre de hasta 800 personas. "Veremos en todo caso cuales son las limitaciones. Lo que estoy seguro es que todos los partidos cumpliremos taxativamente con la normativa", explicó.

Respecto a si habrá cambios en las listas del PP gallego respecto a las elaboradas para el 5 de abril o si se replantea una alianza con Ciudadanos, Feijóo señala que las candidaturas mantienen "todo el vigor". "Lo que era bueno entonces, debe serlo ahora", comentó el jefe del Ejecutivo gallego.