Trabajan contra el fuego al filo del peligro exponiendo su vida para salvar las de los demás, proteger propiedades y evitar la devastación del medio ambiente. El copiloto, de nacionalidad portuguesa y 65 años, falleció y el piloto, un español de 39, resultó herido grave tras estrellarse ayer un hidroavión del operativo del país vecino que colaboraba en la extinción de un incendio en el parque natural transfronterizo Xurés-Gêres. Ocurrió poco después de las 11 horas en Lobios. La víctima mortal es Jorge Jardim, según el periódico luso Jornal de Notícias. El accidente se produjo cuando la aeronave, con capacidad para más de 5.000 litros, remontaba el vuelo después de cargar el depósito de agua, una maniobra conocida como scooping. El siniestro tuvo lugar en la parte ourensana, en la Serra de Santa Eufemia, a unos dos kilómetros de la raia. En esta zona, en la parroquia de Manín, las llamas calcinaron más de 170 hectáreas a causa de un incendio entre dos naciones, el quinto desde la noche del jueves en la reserva de la biosfera.

Los bomberos forestales de la BRIF de Laza se dirigían en helicóptero a colaborar en la extinción cuando divisaron desde el aire el hidroavión accidentado. Junto a bomberos portugueses, fueron los primeros en socorrer a las víctimas. Consiguieron reanimar en un primer momento, mediante la maniobra RCP, al copiloto portugués, que había perdido la consciencia tras salir por sus propios medios de la cabina. Pero finalmente los servicios de emergencia no lograron revertir la parada. El tripulante español, herido de consideración, con politraumatismos, fue trasladado en un helicóptero de salvamento de la Xunta, el Pesca 1 en estado de gravedad pero consciente a un hospital en Viana do Castelo.

Según la Delegación del Gobierno en Galicia, el avión es un modelo Canadair CL-215 de la empresa civil Babcock, con sede en Matacán (Salamanca). Portugal tiene alquiladas un total de tres aeronaves -dos operativas y una en reserva-, que son operadas por su servicio de Proteção Civil con base en Castelo Branco, en el centro del país luso.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, expresaron sus condolencias por el fallecimiento, deseando la recuperación del herido y agradeciendo la labor de los profesionales de extinción. La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, afirmó que la seguridad en el trabajo debe ser una "condición indispensable" en todos los entornos laborales. "Deben esclarecerse las causas de este accidente para mejorar la prevención y garantizar condiciones laborales seguras en los equipos de extinción de incendios", urgió.

La líder del BNG, Ana Pontón, lamentó los hechos, transmitió su pésame por el fallecimiento y "los mejores deseos" para el herido, y aseguró que "es necesario abrir una investigación y aclarar las causas de este siniestro. Es lo mínimo exigible en un sistema democrático".

"Es muy importante la colaboración ciudadana y dar todos los datos a nuestros investigadores. Vamos a terminar con los incendiarios con todo el peso de la ley", defendió el conselleiro do Medio Rural, José González.