Circulaba a 171 kilómetros por hora por la A-52, a la altura de Ribadavia, excediendo el límite de 120 de velocidad máxima que rige como norma en las carreteras de alta capacidad. Además, el conductor, de 23 años, iba al volante pese a carecer del permiso de circulación, lo que constituye un delito contra la seguridad vial, del que será investigado y por el que deberá rendir cuentas ante la Justicia. A mayores, los agentes propusieron una sanción porque los ocupantes del coche iban sin mascarilla.

Los hechos se remontan al 4 de agosto. Esa tarde interceptaron un Opel Corsa que circulaba por la A-52, en sentido Benavente, y fue detectado a 171 km/hora en un control en el kilómetro 259,2, en el municipio de Ribadavia.