La Coordinadora para el Estudio de los Mamíferos Marinos (Cemma) recurre a la "vigilancia aérea" para desarrollar el proyecto Virada, centrado en el estudio de la marsopa o toniña y el delfín mular o arroaz en áreas pertenecientes a la Red Natura 2000.

Se trata de un proyecto del que se intenta extraer medidas que reduzcan la mortalidad de tales especies por captura accidental en artes de pesca, para lo cual Cemma, que se ocupa también de la Red de Varamientos de Galicia, colabora con la Fundación Biodiversidad -del Ministerio para la Transición Ecológica-, a través del programa Pleamar, cofinanciado con fondos europeos.

La trascendencia del programa radica en "la gran necesidad de reducir uno de los mayores problemas de conservación que presentan los cetáceos a nivel mundial, como es su mortalidad por captura accidental en artes de pesca".

Prueba de ello son los "demoledores datos" recopilados por Cemma en la costa de Galicia durante las tres últimas décadas, ya que "cada año aparecen varados una media de 285 cetáceos, la mitad de los cuales presenta indicios compatibles con un diagnóstico de muerte por captura accidental".

Es por ello que la entidad destaca la importancia de poder desarrollar este proyecto y emplear en las labores de seguimiento avionetas provistas de ventanas tipo burbuja, ya que "permiten que la cabeza del observador pueda asomarse al exterior del fuselaje, aumentando así el campo de visión".

De este modo se realizan vuelos de más de cuatro horas y en todo ese tiempo "la cabeza del observador debe permanecer fija dentro de la burbuja, para que los datos referidos al ángulo de detección de los animales sean precisos". Es"una postura forzada e incómoda que hace que este tipo de muestreos resulten muy exigentes a nivel físico", reconocen. Pero también creen que el esfuerzo bien vale la pena, a tenor de los objetivos marcados en el proyecto Virada, que inició su andadura en la ría de Arousa este verano.

Esto supone que "ya se realizaron los primeros embarques y las primeras encuestas para recoger información" entre la flota de bajura, lo cual lleva a Cemma, una vez más, a agradecer "la colaboración que nos está brindando el sector pesquero, que participa muy activamente en este proyecto de estudio y conservación del medio marino".

Biodiversidad

La investigación, dotada de un presupuesto de 85.021 euros "tiene como objetivo principal contribuir a la protección de la biodiversidad marina y a la sostenibilidad de la pesca mediante la reducción de las capturas accidentales de cetáceos en colaboración con el sector pesquero".

Es así como se marcan objetivos los científicos , como el de "conocer la interacción cetáceos-pesca y el esfuerzo pesquero que se aplica en las áreas de la Red Natura 2000", lo cual va a permitir "evaluar los efectos negativos de la actividad pesquera sobre el medio marino", según el informe.

De igual modo, y esta es una de las claves, el prigrama Virada sirve para "evaluar la magnitud del impacto de la mortalidad por captura accidental en artes de pesca sobre la población de marsopa y delfín mular", al tiempo que debe "potenciar el conocimiento del estatus poblacional" de tales especies, plantean los investigadores de Cemma.