Varón de entre 35 y 45 años, que viaja en fin de semana en moto de alta cilindrada por carretera convencional y cuyo accidente es una salida de la vía. Es el perfil del conductor fallecido en accidente de moto, uno de los colectivos más vulnerables en el asfalto junto con los peatones y los ciclistas. Para tratar de reducir la siniestralidad en los vehículos de dos ruedas, que en Galicia en la última década fallecieron 134 motoristas, 14 el año pasado, el Ministerio del Interior señalizará los 100 tramos de riesgo para motos con señales que indican el número de accidentes en cinco años. En Galicia, han sido identificados tres carreteras convencionales peligrosas para el colectivo motero: la DP-072 entre Ceilán y Lañas, en el concello coruñés de A Baña; la LU-530, en la zona de curvas de Paradavella, en Baleira; y en la PO-313, que conecta Marín y Moaña, a su paso por el primero.

Los tramos, que tienen una longitud aproximada de 2 kilómetros, han sido seleccionados en base a criterios de sinuosidad, así como la accidentalidad en el último lustro, según detalló el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, durante la presentación de la nueva señalización en la sede de la DGT.

Acompañado por el cuatro veces campeón del mundo en motociclismo Jorge Martínez Aspar, y el director general de Tráfico, Pere Navarro, Marlaska defendió la necesidad de adoptar estas medidas por los datos de siniestralidad: en 2019 fallecieron 466 motociclistas en España, un 11% más que el año anterior. En el conjunto del país hay 5,5 millones de motos y ciclomotores, lo que suponen el 19% del parque de vehículos, mientras que los motociclistas representan el 27% de fallecidos. Más de uno de cada cuatro fallecidos por accidente de tráfico iba en moto, y el 76% de los motoristas fallecidos en carretera han sido vías secundarias (220 motoristas fallecidos).