La pandemia ha descolocado a todos. A los países más pobres en mayor medida, pero también a los mejor preparados. Por eso, el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el mexicano Ángel Gurría, apuesta por la "cooperación entre países" como la "única respuesta" a la crisis económica planteada por el Covid. Así lo manifestó en la ponencia de apertura de la segunda edición del Foro La Toja-Vínculo Atlántico en la que compartió espacio con el presidente del Foro Josep Piqué. El también exministro español se refirió del mismo modo al fenómeno del "multilateralismo" como "esencial" y "absolutamente necesario" para que el planeta salga vivo de esta situación.

"Para abordar este problema, el multilateralismo no es solo la mejor manera, sino la única manera. La cooperación tiene que ser la única respuesta. Si los chinos resolvieron el tema primero, tendrán algo que aportar", expresó Gurría durante su intervención en el segundo Foro La Toja, al que se conectó por videoconferencia, compartida con el presidente del evento y exministro Josep Piqué. "¿Cómo abordas el tema del comercio si no es de manera multilateral?", insistió el secretario general de la OCDE, que resaltó que "cada país un fenómeno de esta naturaleza le tomó más o menos preparado", por lo que hay grandes "diferencias" entre unos y otros.

Entre esas desigualdades entre países en el punto de partida de la pandemia, resalta las "inversiones en salud pública" que haya realizado previamente cada Estado, así como "la diferencia de capacidad fiscal" o el "sistema financiero" de cada nación. De ahí su defensa por el multilateralismo, que también remarcó Piqué: "No estamos ante un problema al que podamos enfrentarnos cada uno con nuestras propias fuerzas, no nos podemos permitir el lujo de no ser solidarios, porque lo que le pase a cada uno nos acabará repercutiendo negativamente a los demás". "Frente a un fenómeno global, el multilateralismo es esencial. Reforzar la arquitectura institucional global es absolutamente necesario", indicó quien percibe una "crisis" en la "gobernanza de la globalización" y un creciente "desacoplamiento" entre áreas como China y lo que se denomina el mundo occidental.

Sobre la situación actual, Gurría en el acto de ayer se refirió a ella como "la peor crisis económica, sanitaria y social". Y fue incluso más concreto: "Esta es la peor recesión que jamás ha proyectado la OCDE en sus 60 años de vida".

Ante esto, se detuvo a analizar las diferencias de las crisis vividas anteriores con la que impera ahora: "En 2008 sabíamos cuánto iba a costar arreglar la caída de General Motors... La diferencia es que hoy el coste no está definido y sigue aumentando todos los días". Incluso, para esta ocasión, habló de una "tormenta perfecta". "Aparte del impacto económico, está el impacto social. Los vulnerables son los más afectados como en todas las crisis. Y especialmente los jóvenes con las más bajas habilidades y competencias, los menos preparados para reconvertirse y enfrentarse a un futuro más digital. Las desigualdades se exacerban y provocan problemas de tipo social y gobernanza política", subrayó.

En este sentido, Gurría resaltó que "la pandemia no ha traído nuevos problemas", ya que lo que hizo fue "muchísimo más graves los problemas estructurales que ya había". "Antes del Covid ya veníamos con una clara desaceleración de la posible recuperación que se había visto de la crisis del 2008", comentó, mientras se atrevió con un dicho en típico español: "Éramos pocos y parió la abuela". Sus previsiones como alto cargo de la OCDE no son nada halagüeñas a nivel mundial: "Después de que tengamos la vacuna, vamos a seguir con los efectos económicos de la crisis. Vamos a tardar varios años en recuperarnos. Estamos hablando de la existencia de millones de pymes". Sobre esto, agregó: "En prácticamente todos los países al final de 2021 todavía estaremos por debajo o al nivel del año 2019. Se habrán perdido dos años completos".

Por último, Gurría y Piqué compararon la situación de los países europeos con la de América Latina, más grave si cabe, que arrastran más deuda. En esta línea, el exministro con José María Aznar alentó a Europa a expresar "solidaridad", puesto que, debido a las relaciones estrechas entre un lado y otro del Atlántico, "interesa que pueda responder de manera adecuada".

"Europa puede endeudarse con la garantía que le da la UE, con intereses muy bajos, pero América Latina no. Y aquí ya teníamos un problema de crecimiento muy bajo, de caída de los precios de las materias primas, de la baja de corrientes de inversión extrajeras, de la informalidad del trabajo... Tenemos una situación el triple de complicada. Hago un llamamiento a la generosidad y al interés propio de los países más ricos. El fenómeno no va a desaparecer hasta que desaparezca el último contagiado, el último enfermo", concluyó, por su parte, Gurría.