Los grupos con representación en el Parlamento aprobaron ayer por unanimidad una reforma exprés del reglamento que garantizará el funcionamiento de la Cámara si se produce un brote de coronavirus que dificulte la asistencia presencial de los diputados al Pazo do Hórreo.

La propuesta, previamente consensuada por las tres fuerzas políticas, fue tramitada por la fórmula de lectura única, de modo que quedó aprobada en un único trámite en el inicio de la sesión plenaria de ayer.

Aunque el presidente de la Cámara, Miguel Santalices, propuso su aprobación vía asentimiento, el BNG solicitó que esta iniciativa fuese sometida a votación. Así, tras ello, recibió los votos a favor de los 72 parlamentarios presentes en el Hemiciclo más el de la diputada del PP que tiene delegado su voto por maternidad, Sandra Vázquez.

En un breve turno de debate, el portavoz parlamentario del PP, Pedro Puy, trasladó su agradecimiento a los letrados de la Cámara por haber contribuido a la redacción de esta reforma para posibilitar que la actividad de la Cámara se mantenga en casos en los que parte de sus miembros o la totalidad tenga que ser confinada.

Según indicó, con esta iniciativa, el Parlamento hace "un ejercicio de ejemplaridad" ya que "de lo que se trata es de garantizar que todas las personas puedan desarrollar su trabajo". "Es un ejercicio de responsabilidad para demostrar a la sociedad que hay que convivir con la pandemia pero seguir adelante con las labores tomando todas las medidas de precaución", indicó.

La aprobación de esta modificación del reglamento se produjo en una sesión que arrancó con la lectura y aprobación por asentimiento del dictamen de la Comisión do Estatuto dos Deputados.

En concreto, fue el portavoz parlamentario del PP, Pedro Puy, el que dio cuenta de que, tras comprobar las declaraciones presentadas por los miembros de la Cámara, ningún diputado está incurso en las incompatibilidades incluidas en la normativa para el ejercicio de su actividad.