Las cuatro diputaciones gallegas han incrementado sus presupuestos en 2020 por cuarto año consecutivo. Y por tercer ejercicio, también han aumentado la partida que dedican a los sueldos de sus trabajadores que, tras marcar un nuevo récord, absorbe ya una tercera parte de todos los gastos de los entes provinciales.

Para este año, las cuatro diputaciones disponen en conjunto de 522,4 millones para gastar. Es la cuarta vez que superan los 500 millones en la última década, aunque aún están lejos del récord de 610 de 2009, un año después de que estallase la crisis económica.

La partida conjunta para los gastos de personal se ha disparado hasta los 160,5 millones. Nunca se había alcanzado esta cifra. Ni en la época de bonanza antes de la crisis. Representa el 30,7% del total.

En este ejercicio, el presupuesto conjunto se ha incrementado un 1,9%, mientras que los gastos de las nóminas lo han hecho en un 11,3%. Casi seis veces más. En la última década, la primera partida ha caído un 6,7% (de 560 a 522,4 millones) —aún no se ha recuperado de los recortes provocados por la crisis—, mientras que la segunda ha crecido un 8% (de 147,5 a 160,5 millones).

Tres de cada diez euros de los que disponen las cuatro diputaciones gallegas para el actual ejercicio se destinan a abonar las nóminas de sus empleados. Es la partida más elevada de todos los gastos. Sin embargo, las cuatro se han comportado de distinta manera a la hora de realizar sus presupuestos y de incrementar los sueldos de sus trabajadores.

Por primera vez, la Diputación de A Coruña es la que dedica más dinero para pagar a sus empleados, pero es la de Ourense en la que esta partida absorbe una mayor parte del presupuesto total.

La corporación coruñesa ha reservado 49,4 millones frente a los 40,1 de 2019 para gastos de personal. Es la cifra más alta de la historia y también la más elevada de las cuatro instituciones desde que se crearon. Tras la congelación en 2017 y 2018, en 2019 creció un 3,8% y en 2020 lo ha hecho un 23%.

En julio del año pasado, el pleno de la Diputación coruñesa aprobó un aumento del sueldo de los integrantes de la Corporación provincial para los cuatro años siguientes que casi duplicaba el de 2015. Los salarios del presidente y del vicepresidente crecían un 12,6%, así como los de los otros 15 diputados con dedicación exclusiva, un 18,4%. Valentín González-Formoso (PSdeG) y Xosé Regueira (BNG) pasaban de cobrar 63.502 y 55.939 euros anuales, respectivamente, a 71.523 y 63.000 como presidente y vicepresidente. Los diputados con derecho a sueldo perciben 60.426 euros, frente a los 51.000 que cobraban desde hacía cuatro años.

La Diputación de A Coruña solo ha incrementado su presupuesto para 2020 en 400.000 euros, pero las nóminas han crecido en 9,3 millones, por lo que ha habido un trasvase de otras partidas.

En cuantía total le sigue la de Pontevedra con 48,4 millones, frente a los 44,8 de 2019. Es la sexta subida consecutiva y también la cifra más alta de la historia.

La de Ourense es la tercera diputación con la mayor partida para remunerar a sus empleados con 34 millones (32,1 en 2019). La de Lugo, tras congelarla en 2019 (27,2 millones), la ha elevado hasta los 28,7.

El esfuerzo presupuestario que tienen que realizar los cuatro entes provinciales para pagar a sus empleados no es el mismo. Ourense es el que más se gasta en salarios: el 39,6% del total. Le sigue Lugo con el 31,2% y Pontevedra con el 30%. La única que se coloca por debajo del 30% es A Coruña con un 26,8%, pese a la subida del 12,6% de este año. En 2019, las nóminas absorbían el 21,8% de todo el presupuesto.

El gasto conjunto de las cuatro diputaciones en 2020 ha crecido un 1,9% con respecto al año anterior. Pero al igual que con los salarios, cada una se ha comportado de forma diferente.

Las cuatro han incrementado sus presupuestos. En los dos primeros puestos están las de Lugo y Ourense, con crecimientos del 3,7% y 3,6%, respectivamente. En Pontevedra el aumento ha sido del 1,9% y en A Coruña, del 0,2%.

La entidad coruñesa lleva ocho años con el presupuesto más elevado de las cuatro y el de 2020 es el tercero más alto de su historia tras los 201 millones de 2009 y los 197 de 2008. Lleva ocho años de crecimiento ininterrumpido. El presupuesto fue aprobado con los votos de PSOE, BNG, Marea y Alternativa dos Veciños, mientras que el PP votó en contra.

En Pontevedra es el sexto ejercicio al alza y le sirve para alcanzar la cuarta mayor cifra de la historia. Por el contrario, en Lugo el presupuesto crece en 2020 tras tres años estancando. Por último, en Ourense aumenta por tercer año y alcanza una cifra similar a la de 2010.