El nuevo decano del Colegio Notarial de Galicia, José María Graíño, tomó ayer posesión de su cargo en A Coruña, apuntando como principales retos "los cambios legislativos en la atención a las personas con discapacidad y la digitalización de la función notarial". El decano, que ejerce en Caldas y sustituye en el cargo a Isabel Louro tras ocho años de mandato, destacó "el alto contenido ético y equilibrador de la intervención notarial", informando a los ciudadanos del alcance y significado de los documentos que suscriben.

"Y prestando especial atención a quien, por diversas causas, sufren una situación de vulnerabilidad", apuntó. Al respecto, defendió que "la protección de la libertad y dignidad del individuo, como valor supremo, constituye la esencia" de la actividad cotidiana de los notarios, con especial atención a los derechos de las personas mayores o con alguna discapacidad.