Hace ya 20 años que el submarino nuclear Tireless atracó en Gibraltar tras sufrir una avería. Lo que iba a ser una reparación menor de una grieta en una tubería de refrigerantes se demoró durante once meses. Tras casi un año de fuerte tensión diplomática entre España y Reino Unido, el sumergible de la Marina Real Británica abandonó el puerto del Peñón y dejó atrás el fantasma del submarino nuclear británico. La próxima semana, las costas gallegas estarán en la ruta de vuelta a casa de un buque portacontenedores de propulsión nuclear. El Sevmorput, de bandera rusa, sufrió en noviembre una avería en las palas de la hélice en aguas de Angola, por lo que la compañía decidió su regreso a San Petersburgo. La fecha prevista para la llegada a su destino es el 31 de diciembre, según fuentes conocedoras de la situación del barco, que a su vez sitúan su paso por la costa gallega para la próxima semana.

El buque de carga con propulsión nuclear, de 260,3 metros de eslora por 32,2 metros de manga y un calado de 11,8 y que fue construido en los astilleros rusos de Crimea al final de la Guerra Fría, se encontraba ayer por la tarde en la costa de Marruecos, tal y como informaba el portal www.marinetraffic.com. El Sevmorput, que pertenece a la flota rusa con base en Murmansk, se dirigía a la Antártida, en concreto a la bahía de Prydz, donde esperaba atracar el 1 de noviembre. Pero en aguas de Angola, el buque, que puede transportar seccmás de 1.300 contenedores y que viajaba con módulos y material de construcción para la nueva estación de investigación de la Antártida Vostok, empezó a tener problemas con recorridos en zigzag, según detallan desde Polar Journal.

Para tratar de subsanar la avería detectada en las palas de la hélice, mecánicos especializados rusos viajaron hasta Luanda (Angola), pero finalmente no ha podido ser reparada en sus totalidad. Aunque una opción hubiera sido su traslado a un puerto seguro y cercano de Sudáfrica, finalmente de acordó su regreso a San Petersburgo.

Fallo en la refrigeración

El reactor del Sevmorput tiene un coeficiente de temperatura negativo, por lo que ante un fallo en la refrigeración comienza a bajar su temperatura y rendimiento. Diseñado para el Ártico, una de las hipótesis que se maneja sobre la avería es que al atravesar el ecuador, con temperaturas más elevadas, se hubiesen colapsado los sistemas de refrigeración.

Remolcado por el Kapitan Dranitsyn, el buque navega a cuatro nudos. El pasado 5 de octubre fue cuando partió hacia la Antártida. Pero el 12 de noviembre se difundió la noticia de que el Sevmorput había sufrido una avería mecánica en la hélice de propulsión. Y el pasado día 26 se decidió que volvía a su base, sin haber transferido la carga a ningún otro barco.

Del Sevmorput destaca su capacidad para descargar contenedores sobre el hielo directamente, sin puerto alguno, y desde esta posición, tractores especialmente adaptados al hielo, pueden transportar la carga a su destino.