Más de 12.000 barcos como el buque nuclear ruso pasan cada año frente a las costas gallegas | LA OPINIÓN

Si nada lo impide —un cambio de rumbo inesperado o una parada porque la avería que tiene le hace imposible navegar— el buque nuclear ruso, que sufrió un problema en una de las palas de su hélice, pasará la semana que viene frente a las costas gallegas. Ayer, el Sevmorput tuvo que detener en aguas canarias su travesía hacia San Petersburgo para que Salvamento Marítimo rescatara al capitán, Farid Gabbasov, que sufre una meningitis, según el primer análisis médico.

Una vez que la máxima autoridad del barco estaba en tierra, el carguero, el único del mundo que usa energía nuclear para su propulsión y que tiene más de 30 años de antigüedad, enfiló su travesía al norte por la costa de Marruecos. Después, le tocará el turno a la de Portugal y la semana que viene, si se cumplen las previsiones, pasará frente a las costas gallegas.

No es el único buque con mercancías peligrosas que lo hará. Solo el pasado año, un total de 12.313 barcos con material de riesgo, en su mayoría hidrocarburos como el Prestige, transitaron por las aguas gallegas. Es decir, una media de 33 cada día, o uno de cada tres de todas las grandes embarcaciones (35.520) que doblaron por Finisterre, según los datos de Salvamento Marítimo.

El coronavirus también ha afectado a este sector. Entre el 1 de enero y el 30 de noviembre habían pasado frente a las costas de la comunidad 31.123 buques, de los que 10.691 llevaban mercancías peligrosas. Estas cifras van a suponer que por primera vez en las dos últimas décadas los primeros bajen de los 35.000 y los segundos de los 12.000.

El mayor número de naves que pasó por Fisterra en las dos últimas décadas fue en 2000 cuando circularon 44.561, a una media diaria de 122. Sin embargo, el ejercicio en el que más barcos con materiales de riesgo navegaron frente a las costas gallegas fue en 2007, un año antes de que arrancase la crisis, con 14.431, casi 40 de media al día.

Como todos los sectores de la economía, el del transporte de mercancías por barco también sufrió los embates de las crisis. Desde 2009 hasta 2014, el tránsito de buques frente a las costas de la comunidad cayó todos los años y acumuló en ese periodo un descenso del 11% hasta los 35.979. Lo mismo ocurrió con los que llevaban materiales de riesgo, aunque la reducción en ese periodo fue menor: un 7% hasta los 12.495.

Sin embargo, en los tres años siguientes, coincidiendo con la tímida recuperación de la economía, se produjo un leve incremento. Sin embargo, 2020 será el quinto año consecutivo que disminuyan tanto el total de barcos como los que llevan material peligroso que pasan frente a Galicia.

Tras conocerse los problemas del buque ruso de propulsión nuclear, las reacciones de los partidos políticos no han tardado. El grupo parlamentario Confederal Unidas Podemos-En Comú Podem-Galicia En Comú ha preguntado al gobierno español cuál ha sido el problema que ha provocado el “extraño” rumbo del buque Sevmorput en aguas de Gran Canaria.

En una iniciativa registrada por el diputado ecologista de Unidas Podemos Juantxo López de Uralde y el diputado por Tenerife Alberto Rodríguez, muestran su preocupación porque el Sevmorput “lleva a bordo un reactor nuclear de la familia KLT-40 con una potencia de 135 MW. Se trata de un reactor de fisión nuclear alimentado con uranio 235”. Los diputados piden al Gobierno español información sobre cuál es la ruta que va seguir el buque hacia San Petersburgo, y preguntan “qué medidas se van a tomar para evitar cualquier riesgo para el medioambiente marino y las costas españolas”.

Por su parte, el portavoz del BNG en el Congreso, Néstor Rego, instó al Gobierno central a “monitorear en todo momento” al buque, prestándole el apoyo que necesite, pero “evitando el acceso a las aguas de la costa de Galicia así como el compromiso de que no se utilizarán las rías gallegas como puerto refugio”. El diputado nacionalista consideró “intolerable” que después de las catástrofes que ha sufrido Galicia “nos encontremos una vez más mirando al viento y cruzando los dedos en lugar de contar con los medios necesarios para evitarlas”.

Por último, Arco Iris insta a la Dirección General de la Marina Mercante de España a que traslade a un inspector de maniobras al barco para supervisar “en todo momento” la singladura del carguero frente a las costas de Galicia y a movilizar barcos de la Armada y de Salvamento Marítimo para acompañarlo en su ruta hacia el norte. Como aún no se ha tomado ninguna medida, Arco Iris reclama que sea activado “inmediatamente” el Plan Marítimo Nacional.

El buque portacontenedores ruso de propulsión nuclear, que bordeaba el continente africano hacia el sur, resultó dañado y regresa a Rusia para su reparación.

“El 2 de diciembre, el barco partió hacia el puerto de San Petersburgo a una velocidad de 10 nudos”, asegura la agencia nuclear rusa Rosatom. El 16 de diciembre a primera hora de la tarde, el barco se encontraba entre las Islas Canarias y la costa marroquí.

El buque estuvo parado frente al puerto de Luanda, la capital de Angola, debido a “reparaciones en el sistema de hélice y timón”. El barco cargado con módulos y materiales de construcción se dirigía a Vostok, la estación científica rusa en la Antártida oriental en el momento del incidente, el 17 de noviembre.

La avería requirió la intervención de un grupo de buzos. Tras la pérdida de una de las palas de la hélice, “se decidió cortar la pala opuesta para eliminar el desequilibrio”. Las reparaciones duraron tres semanas debido al clima desfavorable, dice Rosatom, tras asegurar que el barco ahora tiene “todas las cualidades de navegabilidad” y que el reactor nuclear “está operando en modo normal”.

El Sevmorput es el único buque portacontenedores ruso de propulsión nuclear en funcionamiento. Tras un periodo en el dique seco y someterse a una extensa reparación y modernización, volvió a estar en servicio en 2016.