El presidente del PP, Pablo Casado, ha confesado este viernes que se ha "encomendado al Apóstol" y se ha mostrado satisfecho por el hecho de visitar de nuevo Galicia, ya que sentía "morriña", una palabra que define la nostalgia, para a continuación indicar que preveía desplazarse el 31, con motivo de la apertura de la Puerta Santa que dará paso al año jubilar, pero "era muy complicado".

"Soy peregrino", ha dicho junto al mandatario gallego Alberto Núñez Feijóo en el acto "Galicia: más inversiones, menos impuestos" celebrado en el Monte San Pedro, en A Coruña, y ha celebrado la inminente llegada de un "Xacobeo muy esperado".

Ha lamentado Casado en su discurso que en los presupuestos generales del Estado (PGE) no haya "ni rastro" de la ayuda comprometida para este acontecimiento turístico de primera magnitud, ni para la ría de O Burgo pese al problema de contaminación que sufre.

Ha recriminado además la situación del sector de la automoción y la subida del impuesto de matriculación, así como la negociación de las cuotas pesqueras para 2021, y ha concluido que si de sectores productivos se trata, el Gobierno "no está ni se le espera".

Por contra, ha hecho una encendida defensa del Ejecutivo de Alberto Núñez Feijóo, pues "nadie hubiera podido aventurar que en tan solo cien días ya se hubiesen puesto en marcha muchas de las cuestiones a las que (Feijóo) se comprometió con los gallegos", por lo que no ha dudado en decir que el suyo "es una referencia de gobierno para lo que el Partido Popular hará en el futuro".

Y, como Casado ha acuñado la "marca Galicia", Feijóo ha celebrado que sea un gran "prescriptor" de una Comunidad de la que no es originario.