Sectores como el de los servicios o el de la industria han sido muy castigados por la pandemia durante el año pasado. Otros, como el de la construcción, consiguieron terminar el ejercicio en positivo. Y dentro de la construcción, la inversión en obra pública repuntó en Galicia un 8% hasta rozar los 1.000 millones. La última vez que se había conseguido alcanzar las cuatro cifras había sido en 2018 cuando el gastó escaló hasta los 1.189 millones.

Las distintas administraciones (Estado, Xunta, diputaciones, concellos y universidades) invirtieron en obra pública en la comunidad durante el pasado ejercicio 995,8 millones, lo que significa un aumento del 8,4% con respecto al 2019 a pesar de la crisis del coronavirus.

Pero no todas las administraciones se comportaron de la misma manera. Al contrario que otros años en los que el Estado era el gran inversor, sobre todo por las obras del AVE, en 2020, la Xunta fue la principal administración en licitaciones, con 398,3 millones, el 40% del gasto público total, según el Informe de Licitación de Obra Pública 2020, que publicó ayer la Federación Gallega de la Construcción. Le siguieron los ayuntamientos, con más de 269 millones (el 27,1%); el Estado, con 236,5 (el 23,7%); las diputaciones, con 60,4 (6,1%); y el grupo universidades y otros, con 31,4 millones (3,1%).

El informe también desvela que, excepto los concellos, el resto de administraciones incrementaron la partida en obra pública. Las universidades aumentaron el gasto durante el año pasado un 63,9%; la Xunta lo hizo un 23,1%; las diputaciones, un 13%; y el Estado, un 3,9%. Los municipios, en cambio, lo bajaron un 8,6%.

De los casi 1.000 millones (995) que se invirtieron en obra pública en Galicia en 2020, dos tercios (el 65%) se destinado a obras civiles, mientras que el 35% restante fue edificación.

Por provincias, la inversión de las administraciones en obras tan solo bajó en Ourense, un 33,1%, con más de 76,7 millones en 2020 con respecto a los casi 115 del año anterior. La causa fue la finalización de la mayor parte de las obras del AVE. Donde más subió fue en Lugo, hasta los 203,5 millones (+49,1%), mientras que en Pontevedra creció hasta los 354,5 (+12,5%) y en A Coruña hasta los 361,1 (+2,7%).

La Federación Gallega de la Construcción destacó la “apuesta decidida por la inversión y por la reactivación de los procesos de licitación” de la Xunta, al suponer el 40% del total invertido en la comunidad. Esta cifra “contrasta con los datos a nivel estatal” donde los procesos de obra pública “llegaron a caer cerca del 30%”.

El informe advierte también de que “algunas” instituciones, principalmente las locales, “no están desarrollando la contratación pública dentro de la obligación general de tramitación electrónica”, sino que siguen siendo “en papel y de modo presencial”. Es una circunstancia que los constructores consideran “preocupante” porque “incumple la ilegalidad vigente” y por “una cuestión de seguridad sanitaria”.

Los constructores gallegos destacan además que la “estrecha colaboración” con las diversas administraciones “permitió incorporar nuevos protocolos de seguridad y salud para que las empresas del sector continuasen trabajando, incluso en los peores momentos de la crisis sanitaria”.

Por último, el estudio aboga por mantener el nivel de inversión en obras públicas para “impulsar la actividad económica y la generación de empleo” por considerar que contribuirá al crecimiento y a la recuperación tras la crisis generada por la pandemia.