Multas de hasta 3.000 y, lo más grave, el conductor deberá asumir el coste los daños materiales y corporales derivados de un accidente, un desembolso que puede superar los miles o centenares de miles de euros. Esa es la factura que tiene que afrontar el propietario de un vehículo si circula sin seguro.

Las cifras son alarmantes: en España hay al menos 2,65 millones de vehículos zombies, aquellos que se mueven por las carreteras del país pese a carecer de póliza o que son abandonados a su suerte. Este volumen supone el 7,7% del parque automovilístico español, una proporción que se ha incrementado un 16% en el último año. Así lo recoge el informe Los coches sin seguro en España. Problemática y accidentalidad (2010-2019) presentado ayer por Línea Directa Aseguradora, que marca en rojo las zonas turísticas, con Canarias, Baleares y Cataluña a la cabeza del ranking del no aseguramiento de vehículos. Galicia, por el contrario, es una isla en el mapa del parque automovilístico sin seguro, ya que —según recoge el estudio— “se encuentra en una situación considerada como de pleno aseguramiento”.

Se trata de vehículos que circulan de manera irregular y que en otros casos permanecen aparcados sin que sus propietarios sean conscientes de que, aunque un coche no esté en circulación (una situación que con la crisis del COVID ha ido a más), sigue siendo obligatorio tenerlo asegurado.

Según los datos recogidos por la aseguradora Línea Directa, en la última década se han producido más de 300.000 accidentes con vehículos sin el seguro obligatorio en España. Además, cada año se imponen casi 130.000 multas por ponerse al volante de un coche sin póliza, más del doble que todas las denuncias por dar positivo en alcoholemia y drogas juntas. Para Mar Garre, directora de Personas, Comunicación y Sostenibilidad de Línea Directa , uno de los motivos de esta situación puede justificarse por el envejecimiento del parque automovilístico, con 12,3 años de media en el conjunto del país, lo que “unido al entorno económico desfavorable vivido durante la última década, ha podido incrementar las dimensiones del problema”.

Desde la aseguradora advierten de que todavía hay un gran desconocimiento sobre la obligatoriedad del seguro y también “cierta dejadez en los trámites, ya que muchos propietarios no renuevan las pólizas de los vehículos que no usan o no los dan de baja en la DGT cuando se desprenden de ellos. Muchos de estos acaban sus piezas en el mercado negro o incluso son rematriculados en países del Este. Esto último se ha detectado en el Levante, donde empresas han dado de baja su flota de camiones en España y la rematricularon en países donde los requisitos de transportes son menos exigentes y la mano de obra es más barata, según avanzó este periódico el año pasado.

El repunte de los coches sin seguro en 2020 se sitúan en niveles de 2010, uno de los más altos de la década. Se localizan principalmente en las zonas más turísticas o de segundas residencias, donde son más numerosos los vehículos de dos ruedas , motos y motocicletas sin seguro, ya que están ligadas al uso temporal. En concreto, Canarias, Baleares y Cataluña se colocan como las más infractoras.