El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, presentó ayer el Plan Estatal de Protección Civil ante el Riesgo de Maremotos, un instrumento con el que España dispone por primera vez de un mecanismo de anticipación y alerta temprana ante este tipo de emergencias. Su ámbito territorial de aplicación está formado por las comunidades costeras, especialmente aquellas con un mayor riesgo de sufrir el impacto de olas provocadas por maremotos: Andalucía, Canarias, Cataluña, Comunidad Valenciana, Galicia, Islas Baleares, Murcia y las ciudades de Ceuta y Melilla.

Acompañado por el director general de Protección Civil y Emergencias, Leonardo Marcos, Marlaska destacó la importancia de este plan, aprobado el 18 de mayo por el Consejo de Ministros, en un país con unos 7.660 kilómetros de costa en los que reside el 58% de la población, unos 23 millones de habitantes.

70 minutos de antelación

El plan crea un sistema de anticipación y alerta temprana que avisa de la inminencia de este tipo de emergencias, lo que permite a los servicios públicos de emergencia y protección civil adoptar medidas para paliar los daños.

Según los estudios realizados, el sistema de detección temprana, en el que están integrados diversos dispositivos nacionales, regionales e internacionales, podría alertar en los episodios más graves con hasta 70 minutos de antelación de la llegada de la primera gran ola a la costa desde que se detecta el movimiento sísmico que suele preceder a los maremotos.

Sería “tiempo suficiente para preparar una respuesta”, destacó el director de Protección Civil, quien destacó que “ni el tiempo ni la intensidad son las principales amenazas” en estos episodios. Por ello el plan incluye campañas y programas para formar, entre otros sectores, a niños y jóvenes en cuestiones como que, llegado el caso, lo más útil es subir a una tercera planta o dirigirse hacia el interior a una superficie alta.