A las puertas del inicio de la campaña de verano en la playas de Galicia, las entidades que representan al colectivo de socorristas han alertado de que ni son suficientes los efectivos, ni se diseñan los servicios con criterios de eficacia, y denuncian una tendencia creciente a su privatización.

La presidenta de la Federación de Salvamento y Socorrismo de Galicia, Nuria Rodríguez Suárez, denuncia que uno de los principales problemas del colectivo es que “no está regulado” profesionalmente. “Aunque la Xunta regula la formación, no hay convenio colectivo ni una norma que indique los criterios generales de funcionamiento, la duración de la campaña, los efectivos o recursos técnicos necesarios en cada lugar”, cuestiona.

En esta situación, los ayuntamientos pequeños, que no tienen capacidad para contratar el servicio con sus propios fondos, no pueden planificar adecuadamente la atención en los arenales del litoral y playas fluviales. Así, dependen de la subvención que el gobierno gallego otorga cada año para poder contratar a los profesionales y, de hecho, “a día de hoy, todavía no saben cuándo y cuánto van a recibir”.