La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias ha pedido a todos los centros que se revisen sus protocolos al objeto de impedir “prácticas inadecuadas” como las detectadas en el penal de Monterroso (Lugo), donde se abrió un expediente por la difusión de un vídeo en el que los internos se grabaron consumiendo supuestas pastillas y haciendo un tatuaje. También solicita a las direcciones que revisen las intervenciones de los funcionarios que resultan “contraproducentes” cuando reducen a reclusos que se muestran agresivos, así como los protocolos para evitar evasiones o suicidios.