“No conozco los detalles del Perte del automóvil y han pasado seis meses desde su anuncio”, se lamentó ayer José Vicente de los Mozos, director general adjunto del grupo Renault. Esto significa que el sector no participa ni se le escucha en el diseño del primer Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (Perte) y que contará con 4.300 millones de euros de fondos europeos hasta 2023 para impulsar el vehículo eléctrico en España.

Habrá también un Perte para el sector agroalimentario dotado con 1.000 millones e Hijos de Rivera tiene proyectos por valor de 400 millones para presentarse. “Tampoco sé los detalles. No puede ser tan difícil, ¿qué van a medir y tener en cuenta para elegir los proyectos: el empleo creado, la descabornización ...?”, se quejó Ignacio Rivera, CEO de Hijos de Rivera.

El máximo responsable de Estrella Galicia aseguró que su sueño es que en cinco años su compañía doble su tamaño, tras crecer su plantilla un 30% desde 2018. “Estamos ante un cambio de paradigma y o cambiamos o nos quedamos en el camino”, afirmó.

Por su parte, el presidente de Abanca, Juan Carlos Escotet, más comedido, demandó “colaboración público-privada” ante la “oportunidad histórica” de que España reciba 140.000 millones de euros en seis años de la UE para impulsar la economía tras la pandemia y blindar su transformación hacia una economía más digital y más verde.

Los tres empresarios tomaron la palabra en la última jornada del Foro La Toja, en una mesa redonda moderada por la exministra Fátima Báñez y bajo el epígrafe Los protagonistas de la recuperación.

“Es una oportunidad salvaje y brutal para cambiar Europa y España”, manifestó Ignacio Rivera y advirtió: “El país que más y mejor invierta (el dinero de Europa), saldrá mejor parado”. De los Mozos lamentó que “en España hasta que llueve nadie se mueve y las cosas exigen tiempo, y mientras otros países ya van a gran velocidad”. También pidió al Gobierno de Pedro Sánchez que escuche a los empresarios.

Escotet, a su vez, demandó “agilizar los procesos administrativos, eliminar trabas burocráticas”, sobre todo cuando están implicadas varias administraciones, porque “urge” poner en marcha los proyectos que recibirán los fondos comunitarios. El banquero venezolano puso más deberes al Ejecutivo de Sánchez: avanzar en la digitalización de la economía, pues hay “un claro retraso”, impulsar la innovación y apostar por la “transición ecológica” pero “de forma progresiva y con inteligencia”, ya que China y Estados Unidos no están tan comprometidos con el medioambiente.

No es la clase empresarial la única molesta con la gestión de los fondos europeos. Los Gobiernos autonómicos tampoco las tienen todas consigo. Han elaborado y presentado proyectos para optar a estos fondos, y ahora el equipo de Nadia Calviño les pide que seleccionen solo de uno a tres, pero sin saber los criterios que tendrá en cuenta el Ministerio para adjudicar el dinero.