El consenso surgió en la anterior crisis financiera como un término que invocar como si lograse por sí solo la recuperación económica. No se alcanzó. En los tiempos pandémicos, tampoco parecen posibles grandes acuerdos políticos en Galicia, pues solo 9 de las 120 propuestas de resolución presentadas en la Cámara por PP, BNG y PSdeG generaron unanimidad. La más relevante giró en torno a la demanda de que el Gobierno acometa una inversión el año que viene que salde las “necesidades históricas” de Galicia.

Esta petición del PP fue avalada por nacionalistas y socialistas este viernes, en la última jornada del Debate sobre el Estado de la Autonomía, en el que se aprobaron 48 propuestas en total: todas las de los populares y el resto, pactadas con la oposición. Eso sí, ninguna de ellas fue planteada originalmente por el Bloque. Sus ideas fueron rechazadas de plano.

La unanimidad se alcanzó en la exigencia al Gobierno de unos presupuestos para 2022 que “tengan en cuenta las necesidades históricas” de Galicia “en materia de infraestructuras”, exigencia planteada un día después de conocerse las cuentas estatales, en las que la comunidad superará de nuevo los 1.000 millones de euros de inversión. Será la autonomía con mayor incremento.

Aun así, la propuesta aprobada indica que “deben dotarse de partidas necesarias para desbloquear el avance de las autovías estatales de vertebración de Galicia y extender las bonificaciones de la AP-9 a la autopista Santiago-Ourense, la AP-53”.

De esta forma, el PSdeG dio su visto bueno a una exigencia al Ejecutivo central, convertido en protagonista del debate sobre política gallega. Por un lado, el PP centró en exigencias a Moncloa la mitad de sus propuestas. Por otro, el PSdeG eliminó cualquier referencia a Madrid en las suyas.

El resto de consensos versaron sobre modernización del sector público, un plan de lucha contra la explotación sexual y la trata, el empoderamiento de la mujer en el ámbito económico o la implantación de un plan de dinamización del medio rural.

Además, el PP aceptó una petición del PSdeG de crear 2.000 nuevas plazas públicas en residencias de mayores y reformar el sistema de cuidados, uno de sus siete acercamientos, circunstancia criticada por el BNG, especialmente tras unir fuerzas populares y socialistas en una iniciativa de rechazo al nacionalismo.

La nacionalista Olalla Rodil advirtió de una campaña “para erosionar” a su formación. “Y quien quiera hacer de comparsa al PP, que siga también”, espetó al PSdeG.