En pleno confinamiento del año 2020, la sociedad se digitalizó aún más. Subieron los pagos por la banca electrónica, y de paso se observó un incremento de los ciberdelitos. El Balance de Criminalidad de 2021, publicado por el Ministerio de Interior, constata esa tendencia en el año pasado. En Galicia, el 25% de los delitos ya corresponden a estafas de tipo telemático. De hecho, se incrementaron en un 53,6% en esta comunidad autónoma durante el segundo año de la pandemia. Se cometen 54 al día, a razón de más de dos cada hora.

Debido a ese crecimiento en las estafas telemáticas, la tasa de criminalidad en diciembre ya se situaba en 32,7 delitos por cada mil habitantes. Así lo indican los datos aportados ayer por el delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones: esa tasa subió en 1,7 puntos con respecto al tercer trimestre de 2021. Entre enero y diciembre del año pasado, se cometieron 88.255 infracciones penales: son una media de 241 al día, unos 11 delitos cada hora en Galicia. De ellos, 19.946 correspondían a esas estafas cometidas a través de medios telemáticos. “Se consolida la tendencia ascendente en este tipo de delincuencia, en un progreso que comenzó tras la pandemia”, indican desde la Delegación del Gobierno.

Ante este panorama, José Miñones explicaba ayer que “las Fuerzas de Seguridad trabajan en una doble vía contra esta delincuencia”: especialización policial y ayuda a los vulnerables. Se han incorporado grupos de investigación especializados en estos delitos. El año pasado se activaron los equipos @ (arroba) en las comandancias de la Guardia Civil. A mayores, las comisarías de la Policía Nacional disponen de policías formados en esta delincuencia telemática: “Desde marzo de 2021, contamos con un plan estratégico para reforzar la lucha contra la cibercriminalidad a nivel nacional”.

Los colectivos más expuestos a estas estafas, como mayores y escolares, reciben acciones formativas y de sensibilización por parte de Policía Nacional y Guardia Civil. Los asistentes aprenden “herramientas para proteger datos sensibles” y preparación para “prevenir cualquier engaño y denunciar”. Según Miñones, “es esencial extender esta cultura de la prevención entre los colectivos más vulnerables y hacerles ver que los agentes están también a su lado en la lucha contra esta delincuencia, menos visible pero igualmente dañina”.

En total, en el ejercicio anterior se han registrado en Galicia 14.911 infracciones penales más que en 2020. Subieron los delitos contra la libertad sexual un 32,8% hasta llegar a los 81 casos, y los hurtos; mientras bajan robos y sustracciones de vehículos.

Por provincias, la tasa de criminalidad fue de 36,1 delitos por cada mil habitantes en A Coruña, 33 por cada mil habitantes en Pontevedra, 28,3 en Ourense y 24,6 en Lugo. Las plantillas se reforzaron un 3%, hasta los 8.634 efectivos.