La economía gallega crece pero lo hace por debajo del ritmo del conjunto estatal y con problemas para generar empleo y cambiar la base productiva, lo que dificulta que se alcancen los niveles económicos previos a la pandemia, algo que ya se ha logrado en países como Portugal, Italia o Francia pero que todavía no se vislumbra ni para España ni para Galicia. Este es el diagnóstico del Foro Económico de Galicia, que advierte que la economía gallega está menos preparada para enfrentar el escenario de “incertidumbres” que se avecina en los próximos meses por las consecuencias de la creciente inflación, los todavía latentes efectos de la pandemia y el impacto de la guerra en Ucrania.

El Foro Económico presentó ayer en Santiago el informe de coyuntura socioeconómica de la comunidad gallega del primer trimestre de 2022, en el que la economía gallega creció un 5,1%, un porcentaje “significativamente” inferior a la media estatal del 6,4%.

El coordinador del Foro y catedrático de Economía Aplicada de la Universidade da Coruña, Fernando González Laxe, puso el foco en que tanto Galicia como España están todavía lejos de alcanzar los niveles económicos previos a la crisis del COVID, algo que sí han logrado en Portugal, con un crecimiento cercano al 11,9%, impulsado por la demanda interna.

Proyección de futuro

Las dificultades de la economía de Galicia para converger con la etapa previa a la pandemia de COVID acentúan las dudas ante la entrada en una “nueva era” en la economía global, un escenario que, según el también expresidente de la Xunta, está marcado por grandes “interrogantes” que dificulta la elaboración de proyecciones a futuro.

En este sentido, el Foro Económico recoge que la inflación es ya el problema que más preocupa a los españoles y avisa que la espiral de precios puede tener mayor impacto en Galicia que en otros lugares por sus características socioeconómicas.