La crisis energética mundial ha incentivado el interés por el desarrollo de las renovables, pero su impulso ha quedado frenado por la burocracia en España, con Galicia como una de las comunidades más afectadas, pues aglutina casi una cuarta parte de la eólica pendiente de construir en España, que necesita autorización estatal para conectarse a la red. Esta fue una de las cuestiones sobre las que se posicionó ayer la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, tras su entrevista con el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda. Prometió un “esfuerzo especial” para agilizar la tramitación de los permisos para los parques pendientes, especialmente los vinculados a otros proyectos industriales.

Rueda y Ribera se sentaron ayer a la mesa durante más de dos horas y cuarto para abordar una gran lista de asuntos no solo pendientes entre ambas administraciones, sino motivo de conflicto, incluso en el ámbito judicial, caso de la protección del litoral y el futuro de las miles de construcciones en Galicia al pie del mar.

Rueda exigió “máxima flexibilidad en los plazos” para que los parques por construir puedan ponerse en marcha, pues retrasos burocráticos en la Xunta también amenazan otro centenar de proyectos en la comunidad, pendientes de un cronograma estatal que ahora Ribera quiere adaptar. La ministra avaló el apoyo del Gobierno al impulso de plataformas experimentales en Galicia de energía eólica marina. “No le quepa duda”, aseveró ante la pregunta de si la comunidad podría instalar parques pilotos para luego, una vez se apruebe el plan de ordenación de usos del litoral y los consiguientes polígonos aptos para esta tecnología, desarrollarla cuanto antes.