Feijóo erige Galicia en su modelo para relevar a un Gobierno “de pesadilla”

El líder del PP recibe el apoyo de 4.000 militantes en la capital gallega y vaticina su victoria: “Empieza el cambio en España” | Rueda insta a los suyos a ganar las municipales

Feijóo, durante su intervención ayer en Santiago. |   // XOÁN ALVAREZ

Feijóo, durante su intervención ayer en Santiago. | // XOÁN ALVAREZ / Daniel Domínguez

Daniel Domínguez

Hace justo un año, el PP sufría la mayor crisis interna de su historia, superior a la bofetada que supuso la moción de censura de 2018 que acabó no solo con la salida de Mariano Rajoy de la Presidencia del Gobierno tras la primera condena de la trama Gürtel de corrupción, sino con su adiós a la política. “No me podéis echar hoy”, pedía hace doce meses Pablo Casado, que trataba de resistir como líder del PP tras su choque con la madrileña Isabel Díaz Ayuso. El crack del partido fue alegado por Alberto Núñez Feijóo para aceptar el salto a Madrid, el que había evitado después de la citada moción. Ayer, Feijóo, que abandonó la Presidencia de la Xunta que mantenía desde 2009 y la batuta del PP gallego, desembarcó en Santiago con el pecho henchido, convencido de que las encuestas reflejan un cambio de tendencia política y que podrá poner fin a un Gobierno de PSOE y Unidas Podemos que definió “de pesadilla”. “Empieza el cambio en España”, resumió.

Rueda saluda a sus compañeros. |   // XOÁN ÁLVAREZ

Rueda saluda a sus compañeros. | // XOÁN ÁLVAREZ / Daniel Domínguez

Galicia constituye para Feijóo el alfa y omega de su carrera porque es aquí donde sus cuatro mayorías absolutas consecutivas le permitieron consolidar la imagen de gestor con la que llegó a la comunidad fichado por Romay Beccaría, al que ayer dedicó un gesto cariñoso en una exhibición de fuerza del PP gallego. El partido quiso demostrar músculo y reunió a 4.000 personas, según sus cálculos, en el pabellón Multitusos Fontes do Sar de Santiago con un doble objetivo. Primero, para dejar claro que su maquinaria es la mejor engrasada de la comunidad y ya cuenta con los candidatos a la alcaldía de los 313 concellos de cara a las elecciones municipales del 28 de mayo, fecha en que en trece comunidades también se celebran autonómicas. Por otro, para arropar a Feijóo, cuyo equipo lleva meses seguro de que lograrán la Presidencia del Gobierno tras los comicios generales previstos para final de año.

Feijóo trajo un guion corto y sencillo. Bloqueo y continuación de toda la vida, en el argot baloncestístico que usó porque en el citado pabellón juega el Obradoiro. “En este mismo lugar me disteis autorización hace un año para intentar presidir el partido y dije que mi objetivo era unir el partido. Y hoy todo el partido en España rema en la misma dirección”, expuso durante un discurso de 28 minutos, en el que puso de ejemplo de gestión eficaz y unida la Xunta desde 2009 a la actualidad, celebrando el relevo tomado por Alfonso Rueda.

“Es posible ganar con una gran mayoría como en Galicia. Lo haremos también en España con humildad, autocrítica y autoexigencia. Dije que venía a ganar a Pedro Sánchez y vamos a conseguir este objetivo si trabajamos unidos”, sostuvo, si bien ninguna encuesta vaticina mayorías absolutas como la gallega. El resto del mensaje fue claro: el caos o él. Su panoplia de ataques al Gobierno de coalición presidido por Pedro Sánchez resultó prolijo. “Este no es un Gobierno de coalición, es un Gobierno de colisión”, resumió sobre los “líos” diarios en que, añadió, se ven inmersos PSOE y sus socios de Unidas Podemos. “No voy a insultar a Pedro Sánchez porque ya se sobran sus ministros y no sería capaz de insultarlo mejor”, ironizó, tirando de uno de sus eslóganes cuando tomó el timón del partido: la moderación. “Creo en entender la política no como la división de ciudadanos en dos bloques, sino en unirlos detrás de un país, una bandera, una historia”, proclamó, si bien recientemente PSOE, Unidas Podemos y toda la izquierda se le echó encima cuando pidió al Gobierno “dejar a la gente de bien” tranquila durante el debate sobre la ley trans. Le afearon, precisamente, dividir la sociedad entre quienes son “gente de bien” y quienes no.

Feijóo, que confía en la publicación de unas nuevas encuestas que le darían más escaños que todo el bloque de investidura junto, tiró de munición contra el Ejecutivo de Sánchez, empeñado en airear sus problemas. “No son capaces de ponerse de acuerdo para ayudar a un país invadido de forma ilegal. ¿Cómo va a presidir Europa alguien que no es capaz de organizar su Gobierno para defender Europa?”, se preguntó tras los ataques de las ministras de Unidas Podemos al envío de armas a Ucrania para combatir a Rusia que defiende el ala socialista.

También recordó las rebajas de condenas a agresores sexuales y violadores tras la entrada en vigor de la conocida como ley del “solo sí es sí”. “Necesitamos un Gobierno centrado en resolver problemas, no en crearlos. Muchos problemas se han creado por no escuchar a los que saben”, lamentó. “Necesitamos un Gobierno unido”, aseguró antes de prometer que el suyo lo será y no contará con “ministras a la fuga que usan los despachos de los ministerios porque no quieren irse de candidatas” el 28-M, si bien el PP gallego también cuenta con cargos de la Xunta que no han abandonado sus responsabilidades, pese a ser cabezas de cartel.

El acto también contó con la intervención de Rueda, que hace un año se encontró de repente con la tarea de asumir el timón del PP gallego y la Presidencia de la Xunta, cargos que acabó asumiendo en mayo. Su discurso estuvo jalonado de denuncias de la aldraxe del Gobierno central a Galicia, como la falta de cesión de fondos europeos, la ausencia de fecha para la llegada de los trenes Avril o los ataques a la Lei do Litoral. Ante eso, toca movilizar el voto primero el 28-M y luego en las generales, resumió.

“Os pido abrir una nueva etapa. Hay dos opciones: seguir con gobiernos que decepcionan como decepcionan el Gobierno de España y en tantos concellos [en alusión a los pactos PSdeG-BNG] o tener gobiernos responsables como el de la Xunta”, diferenció.

Regreso a casa: año I de la era Feijóo

El 2 de marzo del año pasado, el hall del Multiusos Fontes do Sar acogía la junta directiva del PP gallego en la que Feijóo anunciaba su intención de liderar el partido a nivel estatal, un proceso ya cerrado en conversaciones previas entre los barones cuando la caída de Casado se hizo inevitable. Feijóo volvió ayer el mismo lugar, celebrando haber cauterizado la herida interna que amenazaba con desangrar a uno de los dos grandes partidos de España. Lo hizo con clásicos, como la interrupción al grito de fenómeno por parte de Toñito de Betanzos, el señor que desde 2009 acude a todos los actos que puede para demostrarle una confianza rayana en la idolatría. “Está aquí en lugar de estar trabajando en la feria de Betanzos”, bromeó Feijóo, que quiso acordarse de su mentor político. “Estáis mejor que hace un año, al que mejor encuentro es a José Manuel Romay Beccaría”, dijo en un discurso en el que mezcló gallego y castellano. El pabellón dedicó un gran aplauso al que fuera vicepresidente de la Xunta, ministro y miembro del Consejo de Estado, que cumplió el mes pasado 89 años. Al evento no faltaron los primeros espadas del PP, como el vicesecretario de Organización, Miguel Tellado, la secretaria xeral del PP gallego, Paula Prado, la exministra Ana Pastor o los presidentes provinciales, Diego Calvo (A Coruña), Luis López (Pontevedra), Elena Candia (Lugo) y José Manuel Baltar (Ourense). “Gracias a vosotros, a todos los compañeros, a todos los parlamentarios coordinados por Pedro Puy durante estos años y a todos los que han formado parte de los gobiernos, he sido presidente de Galicia durante casi catorce años”, agradeció Feijóo, quien también tiró de chascarrillo al recordar el fiasco de diseño de los trenes Feve, con medidas que impiden su circulación. “Si le encargas a Ethel un proyecto, no te hace el ridículo como los de Renfe”, bromeó Feijóo en un acto en el que también intervinieron el candidato de Santiago, Borja Verea; la de Cambados, Sabela Fole; el alcalde de Xunqueira de Ambía desde hace 44 años, José Luis Gavilanes; y la única cabeza de cartel millenial del PP: Nicole Grueira, del concello de Pol.

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