Castro Caldelas repetirá las elecciones tras las sospechas en el voto por correo desde la residencia

Las sospechas sobre el sufragio de cuatro ancianos deriva en la anulación de los comicios

Votación en un colegio electoral, el pasado 28-M

Votación en un colegio electoral, el pasado 28-M / Eduardo Briones / Europa Press

Los 1.097 vecinos de Castro Caldelas tendrán que volver a votar para elegir a su alcalde o alcaldesa. Tras una guerra de denuncias y recursos entre el PP y el PSOE, derivada de las sospechas de fraude en las votaciones por correo desde la residencia de ancianos, la Junta Electoral Central (JEC) ha anulado el 28-M y ha ordenado repetir los comicios. Todavía no hay fecha para las nuevas votaciones.

El 28 de mayo, el PSdeG ganó al PPdeG por un margen de 27 votos. Como fueron las dos únicas listas con representación, ese escrutinio se tradujo en una mayoría absoluta socialista de cinco concejales contra cuatro. Pero la regidora en funciones, Sara Inés Vega, tendrá que volver a pugnar por reeditar su mandato.

En una resolución emitida ayer, la JEC argumenta que las "irregularidades producidas serían determinantes para el resultado final", ya que un total de 118 votos por correo quedaron finalmente sin contar, tras un embrollo de denuncias y resoluciones de la Junta Electoral de Zona de A Pobra de Trives.

La decisión de la JEC llega tras un recurso de los socialistas, que reclamaban que se contasen esos 118 votos llegados por correo que quedaron en el limbo. El máximo órgano electoral rechaza el recuento debido a que ya ha pasado demasiado tiempo desde el 28-M y a "los inusuales avatares que han experimentado" esos sufragios. Pero sí que estima parcialmente la reclamación y decide que hay que volver a votar.

Denuncia de Correos

Todo el enredo partió de una denuncia de la propia empresa pública Correos en las jornadas previas a las elecciones por un supuesto fraude en el voto por correo de cuatro ancianos de la residencia. La Junta Electoral de Zona de A Pobra de Trives (Ourense) inició entonces un doble camino: por un lado, puso los hechos en conocimiento del juzgado; por otro, decidió anular esos votos y devolver la facultad de votar en urna a esas cuatro personas.

Pero en la jornada electoral, los interventores del PP impugnaron todos los sufragios llegados por correo y la Junta Electoral de Zona dio una instrucción para que no se introdujesen en urna para que fuesen valorados posteriormente. Sin embargo, ya nunca más fueron contabilizados.