Oposiciones a notario, duras pero con poca competencia

Los profesionales gallegos lanzan una campaña para animar a los jóvenes, pues en seis años habrá plazas vacantes

El decano José María Graíño, en una imagen de la campaña.  | // L. O.

El decano José María Graíño, en una imagen de la campaña. | // L. O. / Paula pérez

Paula pérez

Si se le pregunta a un adolescente qué quiere ser de mayor, muchos responderán que youtuber o streamer. Ya en la facultad de Derecho la mayoría aspiran a ser abogados y los más ambiciosos quieren ser jueces o fiscales. Pero Galicia también necesita notarios. En seis o siete años habrá muchas jubilaciones y, sin embargo, cada vez son menos los opositores que aspiran a una plaza en una notaría. El desgaste de pasarse de media siete u ocho años preparando la oposición y enfrentarse luego a unos exigentes exámenes puede hacer desistir hasta a los estudiantes más sesudos.

Por eso, el Consejo General del Notariado ha lanzado una campaña en redes sociales: #QuieroSerNotario. Consiste en vídeos donde se narran las diferentes fases en la vida de un notario. El objetivo es acercar esta profesión a los jóvenes que estudian Derecho, lo van a estudiar, piensan opositar o simplemente sienten curiosidad por esta salida profesional. Y en esta campaña participa José María Graíño, notario en Caldas de Reis (Pontevedra) y decano del Colegio Notarial de Galicia.

Graíño, con más de 35 años de experiencia, es una voz autorizada para aconsejar a los más jóvenes: “Aparte del estudio, hay que trabajar aspectos personales como la fortaleza física y psíquica, la resiliencia... De alguna manera emular al ave fénix”, explica.

Esta campaña obedece a la “falta de vocaciones”. Aunque no existe un déficit de notarios ahora mismo, Graíño alerta que en seis o siete años se jubilarán “muchos” y habrá vacantes. Sin embargo, el número de opositores ha descendido.

En su opinión, un factor clave ha sido la implantación del Plan Bolonia. La estructuración de los nuevos estudios de Derecho hace más difícil enfrentarse luego a una oposición de notario.

“Antes dedicábamos un año entero a cada materia de Derecho Civil y teníamos que estudiar al pie de la letra todo el articulad. Ahora se imparte esta asignatura semestralmente. Es un desajuste con lo que luego se pide en la oposición”, explica Graíño. El decano advierte que los exámenes a notario son “duros” y explica que de media se tarda entre siete u ocho años en preparar las oposiciones, aunque “hay quien consigue sacarlas antes”. “Es un desgaste importante. Son además años de juventud. Nosotros les decimos: olvidaos de vuestros amigos”, advierte Graíño.

Sin embargo, advierte que “es una profesión que te gratifica mucho”. “Ayudas a las personas, a los más vulnerables, a los mayores, a enfocarlos y darles seguridad jurídica y tranquilidad”, defiende.

Además, los jóvenes que quieran ser notarios disponen de una academia gratuita dependiente del Colegio Gallego de Notariado y contarán con un preparador para darles apoyo.

Si finalmente se consigue la plaza de notario, Graíño advierte que podrán vivir “desahogadamente”. De todas formas aclara que “aunque se gana bien, hay abogados que están mejor retribuidos”. “Si te vas a pasar siete o ocho años preparando una oposición por el salario, mejor dedícate a otra cosa”, advierte.

Y el otro punto a favor de estudiar para notario es que hay poca competencia, de manera que es más fácil conseguir plaza. Para las oposiciones de septiembre hay matriculados casi 800 aspirantes en toda España para unas cien plazas.