Trabajadores de los centros de Política Social ven insuficientes las mejoras salariales y descansos

La propuesta de la Xunta para mejorar las retribuciones y las condiciones laborales de los 4.000 empleados de los centros de servicios sociales de Galicia no convence a los trabajadores, que la tachan de “insultante”. Según denuncian, no solo “no mejora su situación sino que, en algunos aspectos, la empeora” y ven escaso el pago que les ofrecen por trabajar en domingos o festivos. “Es la mitad de lo que se abona en el Sergas”, lamentan.

Así, advierten que si esta propuesta sale adelante seguirán con las protestas. “Tomaremos las represalias que tengamos que tomar, no vamos a rendirnos”, advierte Mila López, representante de estos profesionales que aseguran no sentirse representados por los sindicatos y se han organizado para intentar mejorar el documento que regulará sus condiciones laborales. La semana pasada se reunieron con el director xeral de Función Pública, Xosé María Barreiro, para entregarles su “contrapropuesta”.

Según explica, nunca les han pagado por trabajar domingos y festivos y ahora que están dispuestos a negociar mejoras retributivas les ofrecen “una cantidad insultante”. La propuesta formulada por la Consellería de Facenda, que es el departamento que lleva las negociaciones, es abonarles entre 30 y 45 euros por domingo y festivo trabajado, dependiendo de la categoría laboral. “Nos pagan la mitad de lo que abonan en el Sergas”, censura Mila López.

Además lamenta que les limiten las vacaciones, pues el documento señala que deberán ser gozadas preferentemente entre el 1 de junio y el 30 de septiembre y solo podrán pedirlas por quincenas o por mes completo. “Si todos los profesionales nos vamos de vacaciones en esa época no habrá personal suficiente y nos obligarán a retrasarlas”, advierte.

Tampoco están conformes con que si un trabajador hace el turno de noche y sale de trabajar a las ocho de la mañana ese día compute como día de descanso.

La falta de personal es otro problema acuciante, según denuncian los trabajadores. Aunque la Xunta se ha comprometido a incrementar la plantilla creando un centenar de plazas, Mila López considera que “son muy pocas”. En su opinión, aunque todavía no han hecho los cálculos definitivos, harían falta como mínimo el doble de puestos para cubrir las necesidades.