Eurorregiones plantean quitar obstáculos “físicos y burocráticos” entre las fronteras

“Todas las instituciones europeas han coincidido en resaltar, a través de numerosos informes, la necesidad de eliminar los obstáculos, tanto físicos como burocráticos, que todavía frenan el pleno desarrollo de los territorios de frontera”, aseguró el secretario de la Agrupación Europea de Cooperación Territorial (AECT) Eurorregión Galicia-Norte de Portugal, Xosé Lago, en la clausura del segundo encuentro que reúne a estas entidades de la península ibérica. “Iniciativas como B-Solutions han puesto el foco en muchas de estas problemáticas y han demostrado que es posible encontrar soluciones viables para facilitar la vida de los ciudadanos, que pueden depender de la voluntad de las administraciones competentes”, indicó. Precisamente, el secretario general de la Asociación de regiones fronterizas europeas (aúna a un centenar de estas estructuras y también a instituciones públicas como la Xunta) Martín Guillermo, aludió —ya en la jornada inaugural– a unos 10 o 12 escollos para ciudadanos y empresas que el programa B-Solutions había identificado entre Galicia y Portugal, por yuxtaponer la legislación vigente en las mismas áreas, o por situaciones diarias que complica o casi imposibilita la burocracia. En total —aseguró— se detectaron 150 dificultades en todas las fronteras ibéricas.

En la misma línea, el director de la AECT, Nuno Almeida, había advertido de dificultades con las autorizaciones de alumnos no acompañados cuando se escolarizan al otro lado de la frontera, o de la necesidad de una guía de circulación para vehículos de los trabajadores transfronterizos —que podrían ascender a unos 11.000 empleados entre la raia galaico lusa—. Asimismo, avanzó la adhesión de estos empleados a un acuerdo europeo reciente sobre teletrabajo (con la posibilidad de acogerse hasta un 50% del tiempo en situaciones extraordinarias), pero sin perder de vista una antigua reivindicación del colectivo: que vea la luz el estatuto del trabajador transfronterizo.

Cuatro años después de la primera edición del encuentro, que se había circunscrito a las agrupaciones luso-españolas, en esta ocasión incorporaron a las de la frontera franco-española. En las conclusiones, aludieron también a un “peaje extra”. Además de estar en medio de dos países, están lejos de las capitales de poder organizativo. “Muchas regiones transfronterizas sufren doble penalización: son también periféricas y afrontan retos muy específicos”, explicaron. “Las instituciones que trabajan para superar estos retos deben contar con un conocimiento profundo del terreno y con capacidad para actuar como nexo de unión entre administraciones, tanto de diferentes niveles como de diferentes países”.

“Debemos abrirnos a nuevas vías de financiación con programas nacionales y comunitarios, además de Interreg, para asegurar la continuidad de nuestra labor”. Ese fue el mensaje que, de forma reducida, se coló en las conclusiones de la clausura. “Solamente así aseguraremos la continuidad y consistencia de nuestra labor, abriendo el abanico de áreas y proyectos en los que podemos aportar nuestra contrastada experiencia”, prosiguió Xosé Lago.

Es un lema compartido. “Hay riesgos de que la política de cohesión se recorte”, alertaba Martín Guillermo, tras indicar que buscan aliados en el Parlamento europeo. “Hay un instrumento legislativo que ha propuesto la Comisión y el Parlamento (UE) pero que algunos miembros no están por la labor de apoyar”, indicó sobre un dictamen que se conocerá esta semana y que afecta a los territorios que lindan con fronteras.

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