Recuperan los restos de cuatro víctimas del franquismo en el cementerio de Bértoa

El equipo de voluntarios de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), el grupo originario del Bierzo leonés promotor de las primeras exhumaciones del franquismo en el año 2000, finalizó ayer la apertura de una fosa con cuatro víctimas de la dictadura en el cementerio de Bértoa, en la localidad coruñesa de Carballo. Los trabajos, que comenzaron el lunes, se centraban en la recuperación de los restos de Francisco Miguel Fernández Díaz, Juan Boedo Pardo, Pedro Pinilla Calvete y su padre Pedro Pinilla Fraga, todos republicanos asesinados por “pistoleros franquistas”.

Los restos hallados por arqueólogos de la ARMH presentaban “evidencias de muerte violenta”, según detallan desde el equipo que llevó a cabo la exhumación. Cada uno presenta casquillos de bala de una pistola y uno de los cuerpos había recibido cinco disparos.

Tras aparecer esta semana la última familia que faltaba por localizar, las cuatro familias han estado recibido permanentemente información sobre los avances de la exhumación y algunas fueron testigos de los trabajos. “Han vivido con una tremenda emoción el hallazgo de los restos y el proceso de recuperación”, relatan desde la ARMH.

Ahora serán trasladados al laboratorio en Ponferrada, donde serán estudiados y se tomarán muestras de ADN para que puedan ser identificados genéticamente.

Tanto la exhumación como las pruebas genéticas son financiadas con los recursos de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, que no pide subvenciones a ninguna institución porque está en contra de ese modelo de búsqueda en los desaparecidos y cree que es el Estado el que tiene que crear una oficina que atienda a todas y cada una de las familias y que no subvencione solo algunos casos.

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