V Foro La Toja

La competencia entre Estados Unidos y China marcará el futuro de la globalización

Antón Costas, Dani Rodrik y Pablo Hernández de Cos consideran que se afronta un proceso de desglobalización, pero sí que han cambiado algunas dinámicas

Dani Rodrik, Antón Costas y Pablo Hernández de Cos, ayer, en la mesa sobre globalización.

Dani Rodrik, Antón Costas y Pablo Hernández de Cos, ayer, en la mesa sobre globalización. / L.O.

Mateo G. Triñanes

Si alguna conclusión se extrae de la primera de las mesas redondas de la quinta edición del Foro La Toja-Vínculo Atlántico en la que Antón Costas, presidente del Consejo Económico y Social; Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España, y Dani Rodrik, profesor de Economía Política en la universidad norteamericana de Harvard, se reunieron para debatir acerca del futuro de la globalización es que este estará determinado por la evolución de la competencia entre EE UU y China.

El debate se inició con la intervención de Antón Costas, que avanzó su impresión de que “el mundo ha cambiado”, dando inicio a una nueva era en la que el tópico común es el de la incertidumbre, que en términos económicos representó como “una densa niebla que nos hace incapaces de pronosticar los riesgos que tenemos delante”. Un momento en el que, sin duda, cambian los equilibrios económicos.

“Me niego a pensar que todo irá a peor. Cuando miro la historia veo que lo malo trajo siempre algo bueno”

Antón Costas

— Presidente del CES

Sin embargo, el economista gallego no dudo en expresar su optimismo: “Es necesario romper con el fatalismo, esa idea de que todo irá a peor. Me niego a pensar eso. Cuando veo la historia veo que lo malo siempre trajo algo bueno. ¿Por qué no pensarlo ahora también?”, se preguntó.

Lo que sí recalcó fue la necesidad de adoptar un nuevo cuerpo de ideas para afrontar los retos que tenemos por delante, que, en opinión de Costas, pasan por “mantener la estabilidad macroeconómica, con un crecimiento que ayude a mejorar la pérdida de inclusión social y a afrontar el cambio climático”.

Diferentes globalizaciones

El profesor de Economía Política en Harvard Dani Rodrik señaló que hace un par de décadas “la globalización se veía como algo inmutable. No obstante, no salió de una cajita. Se conformó de manera política a través de acuerdos comerciales o sobre la movilidad de capital”. Por ello, el economista turco señaló que no existe un único modelo, sino muchos.

“Profundizar la unión económica europea es la única forma de seguir fuertes si avanza la desglobalización”

Pablo Hernández de Cos

— Gobernador del Banco de España

Hoy, Rodrik considera que se ha producido una transición narrativa en torno a la globalización. En gran medida, debido a que a nivel nacional esta ha generado mucha desintegración social, algo que ejemplificó en el Brexit, “una consecuencia irracional de cómo se estaba planteando la globalización”.

El premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales 2020 dibujó tres posibles hipótesis a futuro sobre el devenir de la mundialización: “Una buena, una fea y una mala”.

La “buena” pasaría por reequilibrar las prerrogativas de las naciones estado en la economía mundial. “Si se realizan políticas más cohesivas y más sociales a nivel nacional será más fácil abrirse al mundo, de modo que la construcción de sociedades más equitativas ayudará a que todo el mundo pueda progresar”, dijo.

No obstante, esta hipótesis no está exenta de riesgos como la competencia geopolítica excesiva entre EE UU y China. “Hay responsabilidad en ambos lados, el país norteamericano necesitaría aceptar la multipolaridad y dejar espacio a China, mientras que el gigante asiático debería dejar de acosar a sus vecinos y aceptar el status quo de Taiwán”, señaló Rodrik como condicionantes para llegar a esta hipótesis.

“Los poderes que se alzan siempre buscan la hegemonía, no solo geopolítica, sino también económica”

Dani Rodrik

— Profesor de Harvard

La “mala” supondría la “vuelta a una autarquía como la de los años 30”. No obstante, es la menos probable, ya que las entidades financieras mundiales tienen hoy el poder suficiente para impedir que la situación llegue a ese extremo”.

La “fea” pasa por una comprensión más realista de las relaciones internacionales. “Los poderes que se alzan siempre buscan la hegemonía, no solo geopolítica, sino también económica”, una circunstancia que imposibilitaría tanto a EE UU como a China esa aceptación de la multipolaridad.

Más Europa

El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, señaló que la evidencia a día de hoy impide afirmar que estemos en un proceso de desglobalización. “Pero sí que se han cambiado algunas dinámicas, como el mayor énfasis en la seguridad contra la eficiencia”, señaló Hernández de Cos, que afirmó que aunque no estamos en un proceso de relocalización de aquellas plantas deslocalizadas en busca de mano de obra barata, “es un debate que está ganando momentum”.

De Cos consideró que en la búsqueda de propiciar alcanzar la hipótesis positiva expuesta por Rodrik se debería avanzar en tres niveles. “A nivel nacional, ser muy prudente sin sobrerreaccionar a los shocks de oferta. A nivel internacional, continuar defendiendo el multilateralismo. Y, por último, a nivel europeo ahondar en el proceso de unión económica europea, ya que en el caso de que vayamos hacia la hipótesis de desglobalización, es la única forma que veo de mantenernos fuertes”, auguró.

Antes de iniciar el debate, un emocionado Antón Costas tomó la palabra para rendir homenaje a su amigo y organizador de este foro, Josep Piqué, fallecido el pasado abril. El presidente del CES señaló que el impacto que tuvo en la ciudadanía su muerte no viene determinada por sus cualidades humanas e intelectuales, ni por su proximidad, ni por su trayectoria política que le llevaron a encargarse de Industria y Asuntos Exteriores en distintas etapas de los gobiernos de Aznar.

El rasgo que va a permanecer, su legado, en opinión de Costas, es “que Josep era una persona guiada en su conducta por el sentido del deber, de la responsabilidad que tenemos cada uno con respecto a la sociedad en la que vivimos”, explicó. Una actitud que el economista, que conoció a Piqué en su etapa universitaria en Barcelona, ejemplificó con una cita del nuevo libro del británico Martin Wolf, La crisis del capitalismo democrático. “A lo largo de mi vida he cambiado de opinión, no me disculpo por ello, el que no lo hace es que no piensa. Pero mis valores no han cambiado. Creo en la democracia, creo en la libertad individual, creo en el sentido de la Ilustración y creo en la primacía de la verdad”.