La Diputación reclama a un joven fallecido en un accidente de tráfico en 2020 los gastos de limpieza de la vía

El organismo provincial emitió una factura de 485 euros por la limpieza y asistencia en la carretera donde ocurrió el siniestro, la AC-442, donde su moto fue arrollada por el conductor de un turismo que fue condenado a dos años de prisión y a la retirada del carné

El Consorcio de Bomberos asegura que procederá a la anulación de la tasa al fallecido y a cargársela al responsable del accidente

La Diputación de A Coruña acaba de emitir una factura a un joven fallecido en un accidente de tráfico en agosto de 2020 en la AC-442, a su paso por la localidad coruñesa de Dumbría. El organismo provincial reclama 485,5 euros en concepto de “asistencia y limpieza” de vía por el siniestro ocurrido hace más de tres años y por el que el conductor de un turismo que invadió el carril contrario, por el que circulaban Josep Boan Rosanes y su padre, fue condenado a dos años de cárcel por invadir el carril contrario. Su madre, Pilar, tras años de lucha en los juzgados y ahora en busca de una reforma del Código Penal para los homicidios en carretera se declara “destrozada” por la notificación enviada a nombre de su hijo.

El Consorcio de Bomberos asegura que procederá a anular la tasa al fallecido para cargársela al responsable del accidente, ya que en el momento del siniestro carecían de los datos suficientes para dirimir la responsabilidad y se la cargaron al fallecido por error. La Diputación de A Coruña inició la anulación del trámite en cuanto tuvo conocimiento de los hechos. El ente provincial pide disculpas a la familia por lo sucedido. Según explican, se trata de una tasa que se pasa normalmente a los seguros de los vehículos implicados y el responsable del accidente se hace cargo de ello. En este caso, al no tener los datos del seguro, los bomberos enviaron esta tasa al titular del vehículo, "que lamentablemente es el fallecido y no tiene culpa alguna", comentan.

Josep falleció el 9 de agosto de 2020 cuando el joven y su padre se dirigían a Santiago, último trayecto del viaje por Galicia que ambos habían iniciado en Barcelona, la ciudad en la que reside la familia. El joven fue arrollado por un Peugot que entró en una curva de la AC-442, a su paso por Dumbría, al menos a 116 km/h, invadiendo el carril por el que circulaba el joven y su padre, testigo del impacto mortal. Más de dos años tuvo que esperar la familia para escuchar el relato del conductor que se llevó por delante la vida de Josep cuando solo tenía 20 años.

Pese a que negó que circulase deprisa, las huellas, los vestigios y restos en el asfalto de esa curva no dejaron ninguna sombra de duda al equipo de investigación de accidentes: el turismo "en el momento en que perdió el control circulaba a 116 km/h como mínimo" en una zona limitada a 70 km/h. La señal de limitación específica estaba 300 metros antes de la curva, la vía era de doble sentido, con dos carriles separados por línea continua, la vía estaba seca, limpia y en buen estado de conservación, la visibilidad era buena y sin condiciones atmosféricas desfavorables.

Ante este diagnóstico de la Guardia Civil de Tráfico y las declaraciones de los testigos y el acusado, la juez emitió en diciembre del año pasado una sentencia condenatoria por homicidio imprudente grave (las penas van de uno a cuatro años de prisión y retirada del carné de uno a seis años). Pero para la familia resultó insuficiente porque ni es ejemplarizante para el acusado, que -lamentan-no ha mostrado ningún arrepentimiento, ni restituye el daño causado: Asier G. S., de 30 años, natural de la localidad coruñesa de O Pino, ha sido condenado a dos años de cárcel y a la privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores tres años y seis meses, así como a la inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena. Al carecer de antecedentes y ser una pena inferior a los dos años, no tendrá que ingresar en prisión. Las familias de víctimas de siniestros viarios se quejan de la normativa vigente: "La ley -advierten- no disuade a cometer el delito ni restituye el dolor causado".

"Con esta sentencia, han matado otra vez a Josep, y a mí", lamentaba su madre en declaraciones a este periódico nada más conocer el fallo que la familia, afincada en Barcelona y de origen gallego.