Vecinos atrapados y viviendas destrozadas por las riadas en Neda

El agua llegó a alcanzar el metro y medio | La crecida del río Basteiro derribó un muro que funcionaba como retén

Daños en una vivienda de Neda afectada por las inundaciones. |   // KIKO DELGADO / EFE

Daños en una vivienda de Neda afectada por las inundaciones. | // KIKO DELGADO / EFE / R. Prieto

Galicia lleva ya más de un mes bajo el paraguas. Tras las alertas por sequía que arrastraron varias cuencas de la comunidad hasta bien entrado el otoño —en A Coruña se levantó la semana pasada—, el tren de borrascas de finales de octubre encadenó avisos por lluvias tan intensas y continuas que llevaron el nivel de los embalses en los concellos de la costa gallega a niveles máximos para un arranque de noviembre: ya tienen una ocupación superior al 80%. Pasada la barrera de los 30 días con el paraguas abierto por prácticamente toda la geografía gallega, una riada puso en jaque en las últimas horas a los vecinos de la comarca de Ferrolterra. Neda fue la localidad más castigada por el desbordamiento de los ríos Basteiro y Belelle. Familias atrapadas y viviendas totalmente destrozadas. Hasta metro y medio de agua llegó a haber en algunas casas en las que no llegó a salvarse nada de esta riada que arrasó con todo a su paso y que, según los vecinos, fue de mayor fuerza que la registrada en el año 2004.

Solo el lunes —jornada en alerta naranja— se recogieron 97,5 litros por metro cuadrado en la estación de Aldea Nova, 326,9 litros en lo que va de noviembre y 772,9 litros en el último mes. La alarma saltaba en el municipio de Neda en torno a las dos de la madrugada de ayer. A esa hora, una veintena de viviendas han visto cómo el agua destrozaba sus pertenencias a raíz del desbordamiento del río Basteiro, que derribó un muro en la zona de Santa María que servía como retén. “Hay gente que está sin seguro, que lo han perdido absolutamente todo”, relataba ayer un vecino.

El Concello de Neda tenía previsto instalar contenedores para facilitar la retirada de mobiliario estropeado por el agua y baraja la posibilidad de colocar arena y grava en el lugar que ocupaba el muro para intentar contener el agua.

El 112 Galicia informó que en Neda “resultaron completamente inundadas” varias viviendas por el crecimiento del caudal de cauces fluviales en el entorno de la parroquia de Santa María, sin que hubiese daños personales, aunque calificó la situación como “compleja” por la altura del agua y por el efecto de la corriente, informa Efe.

El Concello de Neda precisó que los vecinos de Santa María buscan “recuperar la calma” al tiempo que hacen “balance de los numerosísimos daños materiales provocados por la avalancha de agua registrada de madrugada” por la crecida del río Basteiro. De esta forma, ha aludido a desbordamientos que llegaron a “provocar la caída de un muro que contenía las aguas, lo que ocasionó una inmensa riada que llevó por delante cuanto encontraba”, hechos ante los cuales se movilizó a Protección Civil y a personal de mantenimiento del consistorio para achicar agua de las casas.

En Ferrol, las inundaciones y balsas de agua dificultaron durante varias horas el tráfico en áreas como las avenidas del Mar y de Esteiro, la carretera de A Trincheira, A Cabana o el lugar de Brión, “donde entró agua en varias viviendas”. El Concello informó que el lunes se alcanzó el nivel de aviso amarillo por lluvias, al superar los 40 litros por metro cuadrado en 12 horas. De hecho, la estación de MeteoGalicia, ubicada en la Cabana, contabilizó 78,2 litros por metro cuadrado acumulado, siendo el tramo de mayor precipitación entre las 21.00 y las 22.00 horas. Solo en esa franja se registraron 17 litros por metro cuadrado, según el boletín del servicio meteorológico gallego.

Alerta en diez ríos por riesgo de desbordamiento, entre ellos el Mero, Mandeo y Mendo

Los ríos gallegos que permanecen bajo vigilancia por riesgo de desbordamiento debido a las precipitaciones caídas en las últimas semanas son ya diez. En el área de A Coruña y Betanzos se encuentran incluidos el Mero, Mandeo y Mendo. La Xunta mantiene activo el Plan Inungal con el fin de monitorizar el nivel de los ríos puesto que los caudales son elevados y pueden producirse desbordamientos puntuales en sus cursos. Concretamente, se encuentran en el umbral de seguimiento: Rego das Mestas (Valdoviño), Mera (Ortigueira), Mandeo (Aranga), Mendo (Betanzos), Mero (Betanzos), Dubra-Tambre (Val do Dubra), Oitavén (Soutomaior), Labrada (Fraga), Ladra (Begonte) e o Avia (Ribadavia). En este contexto, es importante que la población adopte medidas de autoprotección que contribuyan a garantizar su seguridad. De tal intensidad fueron las lluvias de las últimas semanas, que los embalses de los muncipios costeros tienen unas reservas superiores al 80%. En Cecebre, con más de un 63, logra el mejor registro en 15 años.

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