La DGT endurece el acceso a las motos: casco integral y cursos para conducir las de 125 cc

Interior lanza una batería de medidas ante el “disparate” de motoristas fallecidos el pasado año, 299 en las carreteras españolas, 15 en Galicia u El repunte en las vías gallegas es del 15%

Marlaska y Pere Navarro, ayer en la presentación del balance de siniestralidad vial de 2023. |   // J. HELLÍN / E. P.

Marlaska y Pere Navarro, ayer en la presentación del balance de siniestralidad vial de 2023. | // J. HELLÍN / E. P. / R. Prieto

Un motorista muere en Lousame al chocar contra un coche y salir despedido 30 metros, Una semana después, otro fallece al colisionar contra un coche en Bens (A Coruña). Apenas 24 horas después, un joven de 27 años pierde la vida en la localidad pontevedresa de Crecente tras caer de su moto. Así hasta 299 moteros fallecidos el año pasado en las carreteras españolas, 15 de ellos en Galicia. El tirón de los vehículos de dos ruedas en los últimos años, tanto por motivos de ocio como por razones laborales, ha provocado un aumento de la siniestralidad entre este colectivo vulnerable, un 19% más en solo un año en el mapa nacional y un 15% en el gallego . En el conjunto del país, los fallecidos en moto y ciclomotor representan ya el 21% de las víctimas de siniestros viarios y en la red viaria gallega, un 17%.

Ante las negras estadísticas de accidentalidad con vehículos de dos ruedas, Tráfico puso en marcha varias campañas de vigilancia en las rutas más frecuentadas por moteros, con las vías secundarias y de trazado sinuoso como las más conflictivas. Ahora, el Ministerio del Interior y de la DGT han lanzado una batería de medidas que endurecen el acceso a las motos con el objetivo de frenar la siniestralidad entre los llamados hombres de cristal. Más protección y más formación son los ejes en los que se centran las reformas anunciadas ayer para el colectivo: desde el uso obligatorio del casco integral y guantes homologados en carretera, hasta cursos específicos para conducir motos de hasta 125 cc y 15 CV de potencia y formación de reciclaje cada cinco o seis años para los trabajadores que dependen de la moto.

“Quienes entendemos la pasión por las dos ruedas no podemos comprender que pueda costarnos la vida. 299 motoristas fallecidos es un auténtico disparate, es sencillamente inadmisible”, sentenció el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, durante la presentación este jueves del balance de siniestralidad vial de 2023 en la sede de la DGT.

Desde este año será obligatorio el uso del casco integral o modular y los guantes homologados en carretera. Y es que las lesiones de cabeza son la principal causa de muerte entre los accidentados de dos ruedas. Concretamente el 80% de los fallecidos en motocicletas son por impactos en la cabeza. Según estudios de la DGT, el uso del casco reduce casi un 30% la posibilidad de sufrir lesiones mortales. Además, con el uso del casco la probabilidad de salir ileso del accidente aumenta en un 20%.

Acompañado por la subsecretaria del Ministerio del Interior, Susana Crisóstomo, y por el director de Tráfico, Pere Navarro, Marlaska también anunció la actualización de los cursos de recuperación de puntos con un tratamiento especial para los motoristas y el endurecimiento de las pruebas para la obtención del permiso A que permite acceder a los modelos de alta cilindrada, con un mayor peso de la conducción en carretera. Además este año se acabará con la convalidación automática que permite que el conductor de un turismo con al menos tres años de experiencia pueda conducir motos de hasta 125 cc y 15 CV de potencia. A partir de ahora, tendrán que realizar un curso específico, un modelo ya está implantado en países como Francia o Alemania. Además se pedirá a las empresas con empleados que usen motos para su trabajo, que los envíen cada cinco o seis años a cursos de perfeccionamiento.

La DGT también revisará el examen del permiso A para motos de alta cilindrada “con el objetivo de dar más peso a las pruebas de carretera”. Igualmente, incorporará el uso de airbag en el equipamiento obligatorio de los alumnos y recomendará su uso para todos los motoristas, “especialmente para los de alta cilindrada”.

El perfil tipo de motorista fallecido en 2023 es el de un hombre de entre 35 y 64 años y con más de diez años de antigüedad en el carné. El año pasado el 80% de los motoristas murieron en carreteras convencionales y más de la mitad en fin de semana. Además, dos de cada tres conducía vehículos de gran cilindrada.

Marlaska también se refirió a otros proyectos que se pondrán en marcha ya este 2024 o en los que se está trabajando. En el primer grupo se encuentra la entrada en vigor de un nuevo catálogo de señales de Tráfico “que recojan aspectos como las Zonas de Bajas Emisiones”.

En el segundo destaca la conducción acompañada que permitirá que los jóvenes de 17 años conducir siempre que viaje con ellos un adulto con al menos 24 años y cinco de antigüedad del carné, sin que en ese tiempo se le haya retirado el permiso. Esta medida ha sido propuesta por la Comisión Europea pero, como recordó Marlaska, todavía se tiene que negociar en el seno de la UE con el Parlamento, por lo que “tiene un largo recorrido legal” todavía.

No habrá peajes en las autovías esta legislatura

El ministro de Interior ha descartado que el Gobierno vaya a introducir peajes en las autovías a lo largo de esta nueva legislatura, que comenzó el pasado mes de agosto y se prolongará cuatro años. “Damos por hecho que no va a haber peajes, lo hemos dicho por activa y por pasiva.

El mantenimiento de las carreteras está presupuestado en los Presupuestos Generales del Estado”, garantizó Marlaska durante la presentación del balance de accidentalidad viaria de 2023. El pasado mes de octubre, la Comisión Europea ya aceptó la petición de España de dar marcha atrás al plan comprometido por el Gobierno en 2021 de introducir peajes en las autovías como parte de las reformas para obtener los fondos europeos.

A cambio, el Ejecutivo se comprometió a impulsar el transporte ferroviario de mercancías. Esta medida también iba a contribuir a reducir el déficit de más de 9.000 millones de euros que el mantenimiento de las carreteras acumula actualmente.

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