La llegada del frío desploma la mortalidad de las vacas por la enfermedad hemorrágica

Las vacas han tenido en el frío a su mejor aliado para combatir la enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE), que ya se cobró la vida de 359 ejemplares bovinos de explotaciones gallegas –sobre todo de ordeño– desde que esta dolencia aterrizó en nuestra comunidad a finales de septiembre, a través de un mosquito transmisor. De hecho, el pico de mayor transmisión se registró entre mediados de noviembre y el 7 de diciembre, cuando se vivió una mortandad de hasta 188 casos en granjas gallegas, que quedó aminorado con la llegada del invierno. Desde entonces, han caído a unas treinta en las últimas tres semanas.

Según los datos que obran en la Consellería de Medio Rural a fecha de ayer, de 10 vacas muertas el 26 de septiembre se pasó a 76 cadáveres el 10 de noviembre y de ahí a 118 solo cinco días después (el día 15 de noviembre), creciendo hasta los 306 ejemplares bovinos muertos cuando arrancó diciembre de 2023, concretamente el día 7. Es decir, la tendencia era a duplicarse y el incremento entre mediados de noviembre y el 7 de diciembre fue de 188 ejemplares. Pero con la llegada del frío, el número de vacas muertas se detuvo en 26, contabilizadas hasta el día 18 de diciembres y otras 27 muertes, que se cobró la dolencia hasta nuestros días. Es decir, según el cómputo que ofrece la Xunta, el número de bovinos de granjas gallegas muertos en la actualidad asciende a 359. Y, con un balance positivo también de contagios, la previsión es que los casos también caigan en picado.

La Xunta explica que a partir del 1 de diciembre en algunas zonas de Galicia, y a partir de 15 de diciembre en las restantes, se declaró esta época “estacionalmente libre del vector transmisor”. Esto quiere decir que en esa época los mosquitos del género Culicoides spp no tiene actividad. Así, de un plumazo, las granjas gallegas se han librado también del vector que transmite la lengua azul.

Medio Rural avanza que la próxima semana saldrá publicada la línea de ayudas “para compensar el sacrificio obligatorio” de animales por la erradicación y control de enfermedades, que en la orden de 2024 incluirá la EHE.

Del mismo modo, el último de los focos de EHE notificados –el Ministerio de Sanidad en su cómputo de enfermedades de notificación obligatoria los sitúa en un total de 29 focos en Galicia– fija el último comunicado en el 15 de noviembre. En total, la mortalidad desde que llegó la enfermedad a Galicia en septiembre, se eleva a un 1%, porque el censo de vacas en explotaciones de ordeño asciende a 306.000. Y, por ejemplo, la provincia de Zamora tiene el triple de muertes en la actualidad que nuestra comunidad.

“La temperatura es el principal factor que afecta al ciclo de los Culicoides transmisores, aunque hay también otros aspectos, como la luminosidad o la humedad [...] los mosquitos adultos desaparecen o permanecen en una especie de hibernación en forma de larvas o huevos, hasta que vuelvan las temperaturas más óptimas para el inicio de un nuevo período de actividad estacional, que suele ser a finales de abril y mayo”, explican fuentes de Medio Rural.

En la lucha contra la EHE, la Xunta reclamó al Ministerio de Agricultura la elaboración de una estrategia conjunta con las comunidades afectadas y la redacción de un plan nacional. El ejecutivo gallego considera prioritario desarrollar una vacuna que permita frenar la dolencia. En paralelo, Galicia será –aseguran– la primera comunidad autónoma en garantizar indemnizaciones para el 100% de las muertes causadas por esta enfermedad. Por tanto, los ganaderos afectados por la EHE podrán solicitar estas indemnizaciones con carácter retroactivo, desde la entrada de esta enfermedad en Galicia en septiembre de 2023, dentro de la orden que se publicará la próxima semana.

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