La izquierda exhibe sintonía mientras Rueda se aferra a otra bajada de impuestos

Pontón anuncia sus medidas “como presidenta” | Besteiro tarda en coger ritmo y Lois da por hecho un tripartito desde el principio

Candidatos, asesores y trabajadores de la TVG, minutos antes de empezar el debate.

Candidatos, asesores y trabajadores de la TVG, minutos antes de empezar el debate. / Xoán Álvarez

DAniel Domínguez

En el debate electoral de 2016, la izquierda (entonces PSdeG, BNG y En Marea) consiguió excluir de los temas a tratar los pactos, asunto que Feijóo, que lograría su tercera mayoría absoluta consecutiva, sacó a colación igualmente. La ayuda de uno de los presentadores de la TVG encendió al socialista Leiceaga, cuando le espetó si de acuerdos no quería hablar, deslizando así la negativa de esas formaciones a abordar lo que el PP consideraba “pactos de perdedores”, si bien los populares gobiernan ahora comunidades como Extremadura y Canarias siendo segunda fuerza.

Las alianzas sí fueron aceptadas ayer como asunto a tratar en el duelo a cinco en la TVG, pero, paradójicamente, no se hizo alusión a ellos. Esa decisión ilustró lo aceptado del marco político actual, como trazó Alfonso Rueda, que resumió el 18-F como una elección entre “un gobierno que funciona y un multipartito” con roces. La izquierda exhibió precisamente sintonía, unidos todos contra el PP de un Rueda que sí lanzó una propuesta de bajada de impuestos de Sucesiones, ampliándolo a hermanos, primos o tíos, durante un enfrentamiento con altos y bajos y en el que el pulso Rueda-Pontón evidenció que encabezan los dos bloques que se medirán el próximo día 18 en las urnas.

Alfonso Rueda.

Es un veterano de la política, pero un debutante como candidato a la Presidencia de la Xunta y quizás consciente de que se juega no solo su carrera el 18-F, sino también la de Núñez Feijóo como jefe del PP estatal, comenzó tenso y ajustado al discurso previsible.

Defendió su gestión no solo con una avalancha de datos sobre los 30.000 empleos más en Galicia y un crecimiento económico por encima de la media, sino también con un parche antes de la herida, alertando de los “datos falsos” que lanzarían, sostuvo, sus rivales. Poco a poco fue entrando en calor y se fajó con Pontón, generando el momento de mayor tensión al vincular al BNG con el apoyo a presos de ETA “que mataron a gallegos”.

Justificó sus alusiones a la política estatal al asegurar que las decisiones del Gobierno y las cesiones a los independentistas impactan en Galicia. Nada como su minuto final para ilustrar su mensaje. “Si quieres un presidente que te quite lo tuyo para dárselo a los independentistas, no me votes”, expuso. “Te pido que me votes si quieres que Galicia siga creciendo”, finalizó.

Ana Pontón.

La única que repite en un debate de este tipo, acostumbrada a debatir cara a cara con Feijóo y Rueda. Llegaba como clara líder de la oposición y un apoyo que roza la fe entre los suyos. Su reto era convencer a nuevos votantes del arco progresista y a ellos les dedicó su mensaje final, pidiéndoles su apoyo para lograr algo “diferente” desde la Xunta y reconociendo que “hay muchas formas de sentirse gallegos”, huyendo del esencialismo que le reprochó Rueda, esa diferenciación entre gallegos “buenos y malos”.

La política de Chorente sale reforzada del encuentro, en el que fue de más a menos y concluyó, de nuevo, centrando el mensaje. “Cuando yo sea presidenta...” fue la frase más habitual con la que quiso enfatizar que el cambio pasa por ella, que también protagonizó una de las anécdotas cuando no fue enfocada cuando la presentaron los moderadores. La realización de la TVG se centró en ese momento en Besteiro.

En sus terceras elecciones como candidata, aspira a romper el récord actual de 19 escaños. Prometió una empresa pública de energía para bajar la factura de la luz, reclamar un estatus de nación y destinar 200 millones a la Atención Primaria de sanidad.

José Ramón Gómez Besteiro.

Tras siete años de ostracismo, el de Lugo regresó el año pasado a la primera línea y siguió el plan trazado por el PSdeG para situarlo como candidato en las autonómicas de este año.

Tardó casi dos horas en anunciar alguna medida “cuando sea presidente”, algo que Pontón hizo casi desde los primeros minutos. Mostró un tono relajado, moderado, evitando los choques y proclamándose como un “conseguidor” en Madrid.

Marta Lois.

Otra debutante en la izquierda que no dudó un segundo en dar por hecho un tripartito en la Xunta, en alusión a BNG y PSdeG. Sumar contribuirá a ese cambio político.

Reflejó el “estilo Yolanda Díaz”, apostando por las propuestas, como un metro ligero en Vigo y A Coruña, sin entrar en el “ruido” de los choques entre el reto.

Isabel Faraldo.

La candidata de Podemos se presentó como “alguien como tú”, mostrándose más como activista que como una posible integrante de un Gobierno de coalición, como su partido hizo a nivel estatal la pasada legislatura.