El interior se tiñe de blanco con acumulaciones de hasta 15 cm y baja la alerta en el litoral

G. Fernández Blach

Galicia encadena hoy su cuarta jornada consecutiva bajo la influencia del temporal Louis, bautizado con ese nombre por el servicio meteorológico francés. El área de inestabilidad produjo ayer que las montañas de Lugo y Ourense se tiñesen de blanco como muestra de la vuelta del tiempo invernal, llegando a acumular entre 10 y 15 centímetros de espesor en ciertos puntos de ambas provincias. En el litoral la alerta se rebajó a nivel naranja desde la mañana de ayer, un hecho que se tradujo en olas de hasta ocho metros de altura que todavía podrán verse hoy.

La autovía A-6 a su paso por As Nogais y Pedrafita do Cebreiro, en la provincia de Lugo, fue una de las grandes protagonistas del sábado. La nieve caída dificultó durante varias horas la circulación por esta vía de entrada a Galicia.

En las provincias de A Coruña y Pontevedra las lluvias y, en menor medida, el granizo fueron los protagonistas de la jornada. Concretamente, desde las seis de la tarde se activó el aviso amarillo para zonas del interior por acumulaciones de precipitaciones superiores a los 40 litros por metro cuadrado en doce horas.

Para hoy y mañana está previsto que la alerta naranja en el mar continúe con olas que pueden alcanzar los ocho metros de altura. A su vez, la alerta por nieve no se despide de la comunidad gallega, ya que se torna color amarillo y establece la cota en los 900 metros en las montañas del interior lucense y ourensano. El viento seguirá soplando con fuerza a lo largo de la tarde hoy en puntos de la costa coruñesa y lucense, el interior pontevedrés y la mayor parte de Ourense.