La Xunta rastrea 400 herencias en un lustro y se queda con más de 30 al no encontrar sucesor

El proceso es lento y la liquidación de un legado se demora durante años

Puede iniciarse la investigación de oficio, por comunicación de funcionarios o por denuncia de un particular

Cementerio municipal de San Amaro, en A Coruña. |   // CARLOS PARDELLAS

Cementerio municipal de San Amaro, en A Coruña. | // CARLOS PARDELLAS / R, Prieto

R. Prieto

Buscan a herederos de una gallega fallecida en Suiza. Fue el comunicado lanzado por un juzgado de primera instancia de Zúrich con el objetivo de buscar a los descendientes de la difunta originaria de Pontevedra y así encontrar a posibles beneficiarios de sus bienes. En ocasiones hay herederos, en otras no hay familiares o no, simplemente, se da con ellos. Es una situación cada vez más frecuente cuando no hay hijos, hermanos o sobrinos o por desconocimiento u omisión voluntaria no aparecen los herederos para hacerse cargo del patrimonio del fallecido. Cuando esto ocurre, las herencias sin testamento pasan a manos de la Administración con la condición de que esos fondos liquidados se destinen a fines sociales. Eso sí, el proceso de las llamadas cuentas de abintestatos, herencias sin testar o reclamar, es tedioso y se prolonga durante años hasta conseguir hacerse con esos ahorros, viviendas, vehículos o joyas.

En los últimos cinco años, la Xunta inició la investigación de casi 400 herencias —44 en 2019, 38 en 2020, disparándose hasta 97 en 2021 y 99 en 2022 (años postpandemia), 73 en 2023 y casi una treintena en el arranque de este año—, según datos facilitados por la Consellería de Facenda. Pero muchos de estos rastreos no pasarán finalmente a la siguiente fase , la de declaración de herederos, ya que la Xunta suele encontrar herederos preferentes. En ese periodo, la Xunta consiguió hacerse con 33 herencias.

Cuando la Administración comprueba a priori que aparentemente la persona fallecida no tiene herederos, se inicia el procedimiento para declarar heredera a la comunidad autónoma. Esta resolución se publica tanto en el Boletín Oficial del Estado, como en el Diario Oficial de Galicia o la web de la Consellería de Facenda. En los últimos 15 años, en la comunidad gallega se declararon más de un centenar de declaraciones administrativas de herederos en favor de la Xunta. De ellas, más de 30 en un lustro: 3 en 2019, otras 3 en 2020,10 en 2021 —el ejercicio con más procedimientos declarados—, 7 en 2022, 6 en 2023 y 4 en los primeros tres meses y medio de este 2024.

Solo cinco comunidades pueden convertirse en herederas

Una vez que la Administración es declarada heredera, es cuando se procede a liquidar el patrimonio de la herencia para destinarlo a fines asistenciales o culturales, tal y como determina Lei de Dereito Civil de Galicia.

Pese al importante volumen de investigaciones y declaraciones de abistestatos resueltas en estos años en Galicia, entre 2021 y 2024 no hubo liquidación alguna de herencias, lo que da cuenta de lo lento que resulta este proceso. El balance desde el año 2010 así lo pone de manifiesto: desde entonces la Xunta ingresó casi 212.954,85 euros procedentes de únicamente siete liquidaciones, tal y como detallan desde la Consellería de Facenda.

“Estos tres procedimientos —investigación declaración de abintestatos y liquidación de la herencia— son transversales en el tiempo ya que se dilatan durante varios años”, apuntan desde Facenda. Por ejemplo, las declaraciones de herederos en el año 2018 se corresponden, en su gran mayoría a actuaciones previas realizadas en otros años —2024, 2015 o 2016— e incluso anteriores.

En la actualidad, solo cinco comunidades —Galicia, junto con Cataluña, Aragón, Comunidad Valenciana y Navarra— pueden convertirse en administradoras de los legados sin testamento.

Las actuaciones para el reconocimiento de heredera legal de bienes a favor de la Xunta se pueden iniciar a través de tres vías: de oficio, por iniciativa de la Consellería de Facenda; por comunicación de autoridades o funcionarios públicos o por la denuncia de particulares.

Cuando la Administración es declarada heredera tiene la obligación de destinar un tercio de los bienes a instituciones municipales de beneficencia y acción social; otro tercio a entidades de este tipo de ámbito provincial y el último tercio a cancelar deuda pública. En estos últimos años, las administraciones también han recibido bienes de ciudadanos españoles fallecidos en el extranjero, con domicilio en España, al no encontrar a sus herederos.

Premios a los ‘cazadores’ de legados sin herederos

Quienes denuncien ante la Administración la existencia de una herencia sin testamento tiene premio. Un ciudadano que se entere de que un allegado, un vecino o incluso un desconocido del que ha tenido conocimiento ha fallecido y, a aparentemente, no tiene familiares que puedan hacerse con esos bienes recibirán un 10% del valor de la herencia del finado. Esta es precisamente una de las vías que tiene la Xunta para proceder a la declaración de abintestatos, que un particular comunique el fallecimiento de una persona sin sucesores.

Desde el año 2010, de las comunicaciones llegadas a la Xunta de particulares solo en un caso se concedió el premio. La gratificación superó los 13.700 euros. El decreto estatal 2091/1971 establece que toda autoridad o funcionario público, de cualquier administración, que conozca de la muerte de un ciudadano que no tenga herederos “está obligado” a avisar a la Delegación de Hacienda de la provincia del finado. En este caso no hay compensación alguna. Pero los particulares que den constancia de estas situaciones, tienen derecho al 10% del valor de los bienes que denuncien. Ahora bien, la recompensa no resulta tan fácil. No basta con una simple comunicación a la Administración de la sospecha de que una vecino o conocido fallecido no tiene herederos. El denunciante debe aportar una explicación sobre quién es el fallecido y también las circunstancias en las que tuvo conocimiento, el domicilio de la persona que ha muerto así como una relación del posible patrimonio que deja. Deberá comunicar todo cuanto sepa sobre los bienes: dónde están, cuáles son, los nombres de los administradores y arrendatarios.

En algunas herencias comunicadas al Estado, las cuantías de los premios se quedaron en apenas 12 euros pero en algunos casos hubo particulares que se embolsaron casi 300.000 euros. En el caso de la Xunta, las gratificaciones medias se sitúan en unos 8.000 euros.

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