El pleno de Oleiros fue el último de Tristana Moraleja como concejala, al presentar su renuncia al acta, después de haber sido candidata por el Partido Popular en 2015 y ser ahora la número dos. Moraleja indicó que renunciaba “por responsabilidad”, ante la dificultad de mantener esta actividad municipal y su trabajo en la comisión de Industria, Comercio y Turismo del Congreso. Señaló que ha sido “un honor y un orgullo” haber trabajado estos años por los vecinos, agradeció el trabajo de sus compañeros y destacó lo aprendido sobre política municipal. “No me queda con quién pelear”, declaró el alcalde, Ángel García Seoane, tras las palabras de Moraleja, que será sustituida por Antonio Corredoira.

Su renuncia tuvo lugar en un pleno en el que el alcalde terminó expulsando al portavoz y número uno del PP, José Bonome, porque le llamó “miserable e hipócrita” por encabezar la manifestación de la hostelería, además de “tabernero número uno”. Tras insistir, Seoane le expulsó tras tres advertencias, casi al finalizar la sesión.

La Corporación aprobó ayer, con el apoyo de Alternativa dos Veciños y Ciudadanos, una moción del BNG para instar al Consorcio As Mariñas a celebrar una asamblea urgente y pública para que se expliquen los motivos de la marcha de concellos y se tomen medidas para garantizar los servicios consorciados. El regidor subrayó que detrás de esta situación está la intención de “deshacer Alternativa dos Veciños poniendo al alcalde de lobo feroz que se quiere comer crudos a los vecinos de la comarca”.

Señaló que su denuncia de deficiencias y petición de auditoría molestó al presidente del organismo y se quiere “desbancar” a Alternativa ante el temor a que se siga extendiéndose por la comarca.

El Ejecutivo impidió debatir la moción del PSOE que reclamaba cortar al tráfico, excepto a residentes, el tramo de calle de O Xunqueiro con peligro de desprendimientos y apuntalar el talud. Seoane reiteró que solo Costas tiene competencia en la costa, aunque este organismo ya manifestó que es competencia del Concello. El pleno dio luz verde a la moción del Ejecutivo contra la privatización del puerto de A Coruña. Aprobó también solicitar una subvención nominativa de 30.000 euros a la Diputación para organizar la feria Alfaroleiros de agosto, que supone el 66,60% del presupuesto.